



Con la llegada del invierno y el uso intensivo de artefactos a gas, los riesgos por intoxicación con monóxido de carbono aumentan. Para conocer cómo prevenir y detectar este peligro silencioso, InformateSalta dialogó con Alejandro Jugo, gasista matriculado, quien brindó recomendaciones clave para evitar accidentes en el hogar.
"Las instalaciones y los artefactos se tienen que revisar tres veces al año"
“El monóxido de carbono es un gas invisible y silencioso. Los primeros síntomas en las personas suelen ser dolor de cabeza, náuseas, visión nublada y dolores musculares. En la cocina también pueden notarse cambios en la llama, que pasa de azul a amarilla, signo de mala combustión”, explicó.
Por eso, el especialista recomienda mantener ventilados los ambientes y no descuidar las revisiones. “Yo siempre sugiero que las instalaciones y los artefactos se revisen tres veces al año. Son muy delicados y una pérdida mínima puede tener graves consecuencias”, subrayó.
Entre los aparatos domésticos más propensos a generar monóxido mencionó los calefones, termotanques y calderas, que por su alto consumo requieren mantenimiento periódico.
Además, aconsejó invertir en un detector de monóxido: “Es como un detector de humo, con un sensor que activa una alarma si detecta el gas. Cuestan alrededor de 45 mil pesos y deben colocarse cerca del artefacto de gas”, dijo Jugo.
En caso de detectar síntomas o señales en la vivienda, la acción debe ser inmediata: “Abrir las ventanas, encender un ventilador para dispersar el gas y salir del ambiente”, advirtió.
Por último, remarcó la importancia de acudir siempre a personal matriculado. “Hay que contratar a alguien que esté registrado en la distribuidora. Revisar las ventilaciones, que los conductos lleguen bien a los cuatro vientos y que los artefactos funcionen correctamente. Eso garantiza seguridad para toda la familia”, concluyó.







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