



El escándalo del fentanilo contaminado y los presuntos retornos en contrataciones con la empresa Suizo Argentina pusieron el foco sobre el negocio de las droguerías, un actor clave en la cadena farmacéutica, poco visible hasta que surgen casos de corrupción que vinculan a la política con posibles delitos.
En Argentina, la industria farmacéutica se divide en laboratorios (que desarrollan y fabrican medicamentos), distribuidoras (que solo se encargan de la logística de los laboratorios) y droguerías (que compran al laboratorio, almacenan y revenden con un margen de ganancia).
De acuerdo con un reporte de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, y que replicó el medio El Cronista, hay 445 droguerías en el país, pero solo cuatro concentran el 70% del mercado: Droguería del Sud, Droguería Monroe Americana, Droguería Barracas y la ahora famosa Droguería Suizo Argentina.
Esta última, propiedad de la familia Kovalivker, se destaca en el mercado por tener la representación exclusiva de la mayoría de los laboratorios extranjeros. Por cuestiones de compliance, estas multinacionales evitan firmar contratos directamente con el Estado y delegan la operatoria de venta a droguerías.
El Estado adquiere medicamentos a través de licitaciones públicas y compras rápidas. En el primer caso, el diario La Nación denunció un aumento del 2678% en las contrataciones con la Suizo Argentina entre 2024 y lo que va de 2025. En el segundo, se realiza a través de un mecanismo de "compulsa", que se resuelve en un par de días para pacientes que reclaman la cobertura de enfermedades raras.

Exfuncionarios de la órbita de Salud revelaron historias de “sobreprecios” de hasta el 200% en algunos medicamentos exclusivos. En el caso de Suizo Argentina, sus años en el mercado le permiten comprar un medicamento de hasta dos millones de dólares para luego volcarlo en el mercado local.
En este contexto, también se recuerda el caso del fentanilo contaminado del laboratorio HLB Pharma, por el cual se investigan casi 100 muertes. El dueño, Ariel García Furfaro, hoy detenido, pudo distribuir su producción en buena medida porque también controlaba dos droguerías, Alfarma y Glamamed, que terminaron inhibidas por la Justicia.












Coimas en Discapacidad: Se investigará el origen de los audios












Un muerto en un violento choque en El Carril: Desvíos y tránsito reducido






