


Viaje de egresados frustrado en Córdoba: Cuatro choferes dieron positivo en alcoholemia antes de partir hacia Bariloche
Nacional10/12/2025
Lo que debía ser el inicio de un viaje inolvidable terminó convertido en horas de tensión, enojo y preocupación para las familias del Instituto Sagrado Corazón de Oliva. La salida rumbo a Bariloche, prevista para la mañana de este miércoles, quedó paralizada luego de que los dos choferes asignados por la empresa de transporte dieran positivo en un control de alcoholemia realizado por inspectores municipales. La situación se agravó más tarde, cuando los conductores enviados como reemplazo también arrojaron valores positivos.
El primer test, efectuado a dos hombres de 54 y 48 años, marcó presencia de alcohol en sangre y obligó a detener de inmediato la partida del contingente. Padres y madres, que ya se encontraban en el lugar acompañando a sus hijos, reclamaron explicaciones mientras la empresa intentaba reorganizar el servicio. Tras varias horas de espera, arribaron otros dos choferes, pero la sorpresa fue aún mayor: ambos volvieron a dar positivo.
Un clima de tensión y dudas en pleno operativo
La reiteración de los resultados generó un fuerte malestar entre las familias, que cuestionaron la responsabilidad de la empresa y exigieron garantías de seguridad antes de permitir que los estudiantes subieran al micro. La Policía Caminera intervino para evitar incidentes, mientras surgían incluso sospechas sobre el funcionamiento del alcoholímetro utilizado en los controles.
Para despejar dudas, uno de los padres –director del propio colegio– se sometió al test para comprobar que el dispositivo pudiera arrojar un resultado negativo. “Evidentemente los equipos funcionan”, relató una de las madres presentes, lo que confirmó que el problema involucraba exclusivamente a los choferes evaluados.
Un viaje demorado y antecedentes recientes en la región
El contingente finalmente pudo salir de Oliva recién cuando los suplentes se sometieron a un nuevo control y estos últimos dieron negativo. Según relataron las familias, uno de los resultados iniciales había dado apenas por encima de 0, pero aun así fue suficiente para impedir la conducción de un transporte estudiantil, donde rigen protocolos de alcoholemia cero.
El episodio no es aislado. Semanas atrás, un conductor de un micro estudiantil fue apartado en Bariloche tras arrojar 0,17 g/L cuando se disponía a trasladar a 48 alumnos rumbo a Villa La Angostura. En ese caso, la CNRT reemplazó al chofer y labró un acta de infracción.
Seguridad en foco y controles bajo la lupa
La reiteración de casos vuelve a poner en debate la responsabilidad de las empresas de transporte contratadas para viajes estudiantiles, así como la necesidad de fortalecer los controles previos a cada partida. Para las familias afectadas en Oliva, el susto dejó una convicción clara: ningún margen de riesgo es aceptable cuando se trata de menores que emprenden un viaje de larga distancia.
Tras un inicio accidentado, el grupo finalmente pudo reanudar el camino hacia Bariloche, aunque con un sabor amargo que difícilmente olviden.



























