



La llegada de Yanina Latorre a MasterChef Celebrity no pasó desapercibida. En ese contexto, Marixa Balli fue consultada por la incorporación de su nueva compañera y respondió con una postura clara y sin vueltas.
Frente a un móvil de Intrusos, la bailarina se mostró distante de la polémica y marcó territorio desde el inicio. “Yo estoy en mi mundo. La verdad es que cada uno se tiene que encargar de lo suyo”, expresó cuando le preguntaron por Yanina y la dinámica interna del programa.
El cronista fue directo al punto y quiso saber si Balli había evitado saludar a Latorre en su primer día juntas. La respuesta de Marixa volvió a girar en torno a su forma de trabajar dentro del certamen. “No la vi, me senté. Ella no tiene el ritmo de lo que es el programa. Uno llega, ni bien encontrás tu lugar para maquillarte, te tenés que maquillar porque en dos segundos vienen y te dicen ‘hay que grabar’, y tenés que salir, estar lista. Yo priorizo estar lista”, explicó, dejando en claro que su foco está puesto exclusivamente en la competencia.
Las declaraciones de Latorre sobre este supuesto desplante también fueron parte de la consulta. Sin confrontar de manera directa, Balli volvió a remarcar que su actitud no tiene que ver con una cuestión personal. “Estoy en mi mundo. Aparte, venimos de hace ya bastante y cada uno tiene su ritmo. Ella le puede preguntar a todos mis compañeros cómo soy. Me maquillo, no almuerzo. Estoy compenetrada. Todos estamos. La prioridad es el programa”, sostuvo.
Lejos de cerrar la puerta al diálogo, Marixa aclaró que el saludo no es un problema, pero sí una cuestión secundaria frente a la exigencia del reality. “Después nos saludamos. No tengo problema pero voy a priorizar mi laburo, y el programa”, insistió.
Con una sonrisa, Balli reafirmó que no piensa modificar su forma de manejarse por la llegada de nadie nuevo. “Yo ya tengo un timing. Ya sé cómo me manejo. No lo voy a modificar por nadie, es así”, expresó entre risitas.
Más allá de la interna entre participantes, la bailarina también se refirió al jurado y a las exigencias propias del programa. “Ellos son chefs profesionales. Te exigen. Estamos en diferentes sintonías pero tratamos de poner todo. Yo nunca había cocinado. Lo mío todavía es más complicado pero le pongo todo”, reconoció, poniendo en valor el esfuerzo que implica enfrentarse a un desafío fuera de su zona de confort.
En relación a los dichos de Julia Calvo, quien había señalado que al jurado le faltaba empatía, Marixa tomó distancia y se mostró en desacuerdo. “No. No. Son divinos. También deben tener sus días. Están cansados. Los adoro”, afirmó.
Finalmente, “la Cachaca” cerró con una reflexión honesta sobre las emociones que atraviesan la competencia. “Me puedo enojar, a veces pongo trompa porque uno es cabrón, está cansado y cuando das todo lo que podés y lo que sabés, te da bronca. Pero, bueno. Siempre con amor”, concluyó, contundente.


























