Escuchando encuestas, perdiendo ideología

Un análisis simplificado de la política que se viene, carente de sustento filosófico e ideologías, basada en escuchar lo que la gente quiere escuchar. Riesgos y ventajas. ¿Será el fin de los partidos?

Opinión16/11/2015

Que Macri, que era muy de derecha pero ya no lo es tanto. Que Scioli era de un peronismo más tirado a la izquierda y ya no lo es tanto. Ahora parece que ambos tienden a converger hacia el centro. Para muchos, casi no hay diferencias en el discurso de ambos contendientes del balotaje.

¿Por qué?
Por qué Macri no habla de privatizar, ni sacar los planes sociales ni los subsidios. ¿Por qué habla del campo, jubilaciones, retenciones, dólar, inseguridad y narcotráfico?

Por qué Scioli dijo que no habrá más piquetes o cortes de ruta. Porqué dijo si al 82% móvil. ¿Por qué habla del campo, jubilaciones, retenciones, dólar, inseguridad y narcotráfico?

Analizando, pareciera que hablan de lo mismo, y al fin y al cabo, a muchos ciudadanos se les está haciendo muy difícil encontrar diferencias entre uno y otro, más allá de las personalidades o estilos.

La primera justificación del por qué ocurre esto, tiene que ver con que el objetivo de ambos es captar los votos de Sergio Massa. Por eso, tanto Scioli como Macri han incorporado en sus discursos algunas de las propuestas del ex candidato presidencial de UNA para lograr la mayoría de esos 5 millones de votos, que terminarán decidiendo al futuro presidente.

El papel de las encuestas
Pero saliendo de esta situación coyuntural, lo cierto es que en estos tiempos, todos los candidatos se basan cada vez más en lo que las encuestas marcan. Si la gente pide seguridad, hablan de seguridad. Si piden viviendas, hablan de viviendas.

Esto, me hace pensar en algo que podría ser considerado positivo, desde un punto de vista, pero por otro lado, generaría un alto riesgo.

En cuanto a lo que podría considerarse como un aspecto beneficioso de esta manera actual de hacer política, me parece que escuchar a la gente, sus planteos, sus necesidades, redunda en una política más cercana a la gente. Si el objetivo de la actividad política es el servicio a los demás, bienvenido sea, pues será una manera de orientar las acciones, enfocar los recursos, atender las preocupaciones de la ciudadanía.Por otro lado, si dos políticos, representantes de dos fuerzas diferentes, se basan en las mismas encuestas, y las prioridades son las mismas, incorporando ambos candidatos los mismos temas a su discurso, ¿en qué se diferenciarían?

¿No estaríamos ante dos personas que dicen lo mismo? ¿dónde queda la base ideológica partidaria en todo esto, qué es la que debe determinar en definitiva qué modelo de país pretende?

Alguno podrá decir que en las formas, en las prioridades, en la manera en que cada uno abordará esas problemáticas. Es cierto, pero eso podría ser una cuestión de maquillaje, de forma y no de fondo.

Por eso en países bipartidista fuertes y con tradición, como los EEUU, hay quienes adhieren a los republicanos, otros a los demócratas. Adhieren a uno u otro por lo que piensan respecto a salud, política exterior, inmigrantes, educación, en definitiva, no importa el nombre del candidato eventual a la presidencia por cada partido. Lo que importa para una parte importante del electorado yankee es el partido al que representa pues sabe qué puede esperar en los temas de fondo. Obviamente cada uno tendrá su carisma, su estilo particular que gustará más o menos a unos y otros.

Política de slogans
El riesgo de esta política de slogans que vivimos en la Argentina, donde nos quedamos en eso, frases bonitas que la gente quiere escuchar, es que no obedecen a un programa de gobierno, a un convencimiento ideológico, en definitiva a un plan en serio.

Los únicos que se mantienen fieles a lo que piensan, y lo plebiscitan en cada elección, con mejores o peores resultados, son los del Partido Obrero o la Izquierda. Ellos, no se mueven mucho de la ideología que los aglutina. Sea quien sea el vocero, dirigente o candidato de esta fuerza política mantiene coherencia en lo que hace y dice. Tienen fundamentos.

Y por eso nunca hemos visto a alguien de esa fuerza pasarse a otro partido, porque como son leales a una concepción filosófica coincidente con la que ellos mismos tienen, nunca podrían traicionarse a ellos mismos.

En el resto, hay cruces, cambian, van, vienen, porque se sigue a la persona, al conductor eventual, al líder del momento, es decir a la persona, no al pensamiento.

Consecuencias
¿Es malo esto? O será que llegó el momento en que pensemos la normativa legal vigente en nuestro país, donde la elección de candidatos se hace a través de los partidos políticos. La Constitución Nacional en su artículo 38 dice: “Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático”… y le atribuye a los partidos “la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas”.A su vez, la Ley Orgánica de los Partidos Políticos en su artículo 2º determina que “Los partidos son instrumentos necesarios para la formulación y realización de la política nacional. Les incumbe, en forma exclusiva, la nominación de candidatos para cargos públicos electivos”.

Pero también establece que es necesaria la “Declaración de principios y programa o bases de acción política, sancionados por la asamblea de fundación y constitución”.

O debatimos la necesidad real de los partidos políticos como postulantes de candidatos a diversos cargos, o los ciudadanos les exigimos que sostengan con convicción esos principios, programas o bases de acción política que establecieron al momento de su conformación.

Por: Federico Storniolo - Director Informatesalta

Fuente: www.informatesalta.com.ar

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