


“Necesitamos más mujeres en los espacios públicos”
A raíz del informe referido al verdadero poder de las mujeres en Salta, donde dábamos cuenta de la participación de la mujer en la política local, consultamos a una especialista.
Sociedad23/07/2014Consultamos a Irma Lidia Silva, presidenta del Colegio de Psicólogos de Salta, en referencia a este tema de actualidad, donde según una investigación periodística constatamos el porcentaje real de mujeres en cada uno de los poderes del Estado.
Esto nos decía:
P: ¿Considera que hay avances en cuanto a cantidad y participación de la mujer en la política en Salta?
Silva: Ha habido algunos avances en Salta, pero es de observar que aún preexisten las desigualdades entre hombres y mujeres en el ámbito político.
La participación social y política de las mujeres es una estrategia central en la construcción de la equidad de género y en la profundización de la democracia y en la posibilidad de formar parte de la toma de decisiones de los asuntos públicos.
En ese contexto, el lugar de participación pasa a un segundo plano, porque depende de factores más complejos (elecciones internas, preferencias del electorado, fondos disponibles para llevar adelante una campaña política, resultados de encuestas previas, entre otros) siendo irrelevante si son cargos ejecutivos, legislativos municipales, provinciales o nacionales.
Históricamente a la mujer se le ha asignado un papel secundario en la toma de decisiones del poder. Desde las sufragistas inglesas del SXIX hasta nuestra Ley de Cupo Femenino, existe un “subregistro” historiográfico de la vida pública de las mujeres. Afortunadamente, una corriente historiográfica mediante nuevas líneas de investigación y recolección de documentos las heroínas con poca prensa comienzan a tener lugares más destacados en la historia.
A través de las novelas históricas por ejemplo, en las que aparecen las biografías de las grandes olvidadas por los historiadores tradicionales estamos conociendo, y reconociéndonos en las heroínas de las guerras de la independencia, hermanas, esposas, amantes, sufragistas y militantes.
Y si eso pasó en la historia también pasa en la política actual. La transformación de los roles de género y la desjerarquización del sistema político es una tarea compleja. La primera “trinchera” de desigualdades a transformar es, sin dudas, la familia pues al interior de la misma, se van gestando inequidades que perduran y se reproducen en todas las otras instituciones de la sociedad.
Se trata entonces, de reeducar a las niñas desde la perspectiva de género: enseñarles a respetar la diferencia y a practicar la equidad, respetando las diferencias pero sin imponerlas; y así hasta llegar a entender este concepto hasta llegar a un plano superior como en las Agendas de Gobiernos y en la de los Partidos Políticos.
Es fundamental, para transitar el camino de las transformaciones de género que todas las mujeres nos conozcamos y nos reconozcamos. Que nos empoderemos y tomemos conciencia de nosotras mismas y de nuestras riquezas, habilidades y capacidades. Ser conscientes de la pertenencia a un género, a una historia y a una familia. Compartir la experiencia con otras mujeres, transmitirla y deconstruir lo aprendido que resulte nocivo y opresivo.
P: ¿Qué elementos diferenciadores aporta la mujer en el ámbito político?
S: Se evidencia en la presentación de proyectos, orientados a la defensa de los derechos de las mujeres, aunque no siempre todos estos proyectos fueron sancionados como leyes debido a la complejidad que la sanción de una ley supone, en particular si se trata de cuestiones controversiales. La Mujer pone en agenda temas históricamente evitados. El principal efecto que ha tenido el aumento de la participación femenina ha sido la inclusión de más debates referidos a temas como el aborto, la fertilización asistida, la adopción, la violencia de género y la trata de personas empezaron a ser abordados a nivel legislativo gracias a las iniciativas de diputadas y senadoras. Muchas de esas iniciativas terminaron siendo ley, como la de salud sexual integral responsable, parto humanizado y protección al niño, además de las normas que sancionan la trata y las distintas formas de violencias contra mujeres. También la Ley del Matrimonio Igualitario y leyes relacionadas con los Derechos Humanos.
P: Poner cupos por ley para la inclusión de la mujer, ¿es positivo? ¿Sirve?
S: En su momento sumó, porque fue una medida que permitió a las mujeres acceder a lugares de decisión, pero hoy ya no es positivo, sino más bien un retroceso. No deberíamos estar hablando de “cupos femeninos” del 30%, sino más bien de “paridad en los cargos”. Debemos reemplazar el cupo femenino por la paridad en la cantidad de cargos para varones y mujeres en todos los poderes del estado.
El fondo de la discusión no son los cupos, sino la igualdad de oportunidades en los espacios públicos y en los parlamentos. Necesitamos más mujeres en los espacios públicos. Si revisamos, desde el sufragio femenino, que se cumplieron 60 años y 20 de la ley de cupo, la cantidad de mujeres que hay en el Parlamento no ha superado la ley de cupo, el 30%, en las legislaturas de todo el país, salvo ínfimas excepciones.
Para hablar claro, necesitamos promover que varones y mujeres participen en forma igualitaria en todos los ámbitos, en todos los poderes del estado de todos los niveles, y en la justicia. Si uno ve en el mapa de género, en la justicia es muy interesante observar cómo se ocupan los espacios de menor jerarquía. Sin embargo, cuando se avanza en los estamentos judiciales, tienen los mayores cargos solamente representados por varones. Si hubiera más mujeres habría más políticas para eliminar la discriminación, una mirada que sin dudas sumaría.
Aquí no se trata de un problema de las mujeres sino de qué hace una sociedad para defender la promoción de la igualdad en su conjunto.
P: ¿Porqué hay pocas mujeres en la Cámara de Diputados de Salta (14 de 60) y en el senado (3 de 23) mientras que en el Concejo Deliberante son 9 de 21. Y en ese caso, ¿qué muestra un CD con casi el 50% de integrantes mujeres a diferencia de los otros 2 cuerpos legislativos donde tienen mucha menos participación?
S: Habría que preguntarle al gobierno y a los partidos políticos de Salta y a quienes tienen la decisión de promover candidaturas por qué siguen construyendo barreras en contra de la inclusión de las mujeres en los lugares de participación legislativa o en los ministerios públicos.
Hoy no podemos soslayar este problema que afecta a la democracia. Por el contrario se debe luchar contra los prejuicios, contra los discursos patriarcales, y a favor de la inclusión femenina en la toma de decisiones y a ciertas reivindicaciones vinculadas con el logro de un tratamiento de igualdad entre hombres y mujeres.
Hay recomendaciones elaboradas por las Naciones Unidas, las cuales fueron plasmadas en documentos que instalaron el debate en la agenda pública internacional. Tanto la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las mujeres (1979) como las posteriores Recomendaciones y Plataformas de Acción de las Conferencias Mundiales de Nairobi en 1985 y Beijing en 1995.
Ante ese escenario, solo cabe una pregunta: ¿Cuánto más hace falta para que los partidos políticos, estructuras masculinas y patriarcales si las hay, respeten las normas y promuevan la profundización de la democracia teniendo una representación de género equitativa?
Entre muchas medidas se puede propiciar, entre las propias mujeres, que sean capaces de expresar sus necesidades y defender sus intereses en el mundo público y en el mundo privado y ampliar sus ámbitos tradicionales de acción.
De hecho, modificar estas situaciones que persisten implica una transformación significativa y profunda de la sociedad. En este panorama las mujeres por sí solas no podrían hacerlo, pero sin la participación activa de ellas sin duda será imposible.
En relación a un mayor número de representantes mujeres en el Concejo Deliberante capitalino, una reflexión que cabe es que la participación de las mujeres a nivel comunal, a través de las evaluaciones que se realizan de diversas experiencias de participación local, concluyen que están muy cercanas a los problemas del día a día, de lo cotidiano y que las mismas promueven la autoestima de las mujeres y son un espacio de empoderamiento valorado positivamente por ellas.
En tal sentido, ese primer recorrido para alguien que desea hacerse camino en la vida política, es una experiencia necesaria para avanzar en la construcción de una identidad propia en la medida que fortalece a las mujeres como personas y las legitima al ser consideradas garantes en la resolución de problemas.
Por tanto, para ir concluyendo, para incidir efectivamente en las políticas públicas y participar en las decisiones, las mujeres tienen que posicionarse como actores sociales y políticos en todos los ámbitos de la sociedad.
Como decía el notable filósofo y economista indio Amartya Sen (Premio Nobel de Economía 1998) en su libro “Desarrollo y Libertad”,…” A lo mejor nada sea tan importante hoy en la economía política del desarrollo… que se reconozca como es debido la participación y el liderazgo en el territorio político, económico y social de las mujeres”.
Fuente: www.informatesalta.com.ar









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