Robo en San Carlos: Golpes en la pared y un grito de auxilio le salvaron la vida

En el reporte policial de la oficial Tamara Ugarte, quien recibió la comisión de ir a la casa del barrio San Carlos, donde un empleado del Sindicado de Comercio fue  asaltado, relató que llegó a la misma a las 8.35. Tras tocar el timbre, uno de los delincuentes, Sergio David Marrupe, salió a atenderla. Al preguntarle si era el dueño de la vivienda, el sujeto, que tenía el casco de motociclista colocado, se hizo el desentendido.

Mientras evadía responder, es que escucharon el grito del dueño de casa,  “¡Auxilio! Me quieren robar”. En ese instante, el delincuente que estaba en el baño saltó entre medio de la oficial y Marrupe y se dio a la fuga por la calle María del Vilariño, hacia el este.

Cuando Marrupe pretendía fugarse también, el sargento Francisco García se puso en frente. El delincuente entonces hizo el ademán de extraer un arma de la cintura, pero el suboficial no cayó en la treta y se trabó en lucha con el mismo hasta reducirlo.

Luego controlar la situación, los policías escucharon a la vecina que había dado el alerta, quien relató por qué llamó. Dijo que se despertó temprano, que escuchó ladrar a sus perros y movimientos en el techo. Luego, sintió un fuerte estallido y en seguida golpes en la pared, al igual que gritos de una discusión, por lo que no dudó más y llamó a la subcomisaría del barrio.

Detuvieron a una persona equivocada

Captura fallida fue la de Alejandro Ordoñez, un joven de 28 años, quien fue detenido en inmediaciones de la ruta 26 por policías del móvil 1398, quienes ante el alerta del asalto fueron comisionados a rastrillar las rutas alternativas de fuga, con una descripción poco clara del asaltante fugado.

Para cerciorarse, el oficial Marcial Velázquez, quien salió a perseguir al delincuente que logró huir de la escena del asalto, notó ni bien lo vio que no era el hombre que huyó de la vivienda del barrio San Carlos, por lo que, recuperó la libertad de inmediato.

Horas más tarde el hombre logró ser identificado, cuando revisaron el bolso que los delincuentes dejaron en la motocicleta en la que llegaron y allí estaba su documentación y dirección en la localidad de Cerrillos.

Tras el asalto, a la casa llegó una hija del vecino, como así también su pareja, quien informó más detalles de la actividad de cobrador de la víctima. Casualmente por dicha labor, la policía no descarta que haya un cómplice dentro del sindicato.