Laguna de Brealito, es un enigmático espejo de agua inserto entre los cordones montañosos de los Valles Calchaquíes, en el Municipio de Seclantas, a una altura de 2600 m.s.n.m. Rodeada por los cerros Luracatao y Del Refugio, posee una importante cantidad de pinturas rupestres en sus alrededores.
En compañía de guías locales, se pueden realizar distintas actividades como trekking, visita a pinturas rupestres, caminatas por el rio, avistaje de aves, senderismo, talleres de gastronomía y de artesanías en madera de cardón; y participar también en los quehaceres de la vida cotidiana.
Las caminatas por el río son un imperdible en Brealito, con una duración de aproximadamente dos horas donde es posible acompañar el cauce y ascender hacia las distintas formaciones montañosas rojizas para deleitarse con el paisaje repleto de cardones que le dan un contraste único al lugar. Se llega hasta un mirador y en el lugar se da una ofrenda a la Pachamama para agradecer por los cultivos de la tierra.
Sin duda la Laguna de Brealito es el broche de oro de la visita, rodeada de los cerros Luracatao y Del Refugio, de origen volcánico y con la característica de ser una acumulación de agua de gran magnitud en una zona de escasas precipitaciones y ríos estacionales, un lugar ideal para el avistaje de aves y la pesca deportiva de pejerrey. Cuenta también con un pequeño mirador desde donde se aprecia toda la laguna.
En cuanto al alojamiento y gastronomía, se debe vivir la experiencia de compartir con los habitantes locales una merienda, un almuerzo, degustando productos típicos de la zona como choclos, quesos de cabra y bollos hechos a leña. Además el Centro Artesanal de la Asociación de Turismo Comunitario ofrece a la venta las artesanías del lugar, los dulces regionales, las frutas secas y nueces características de la zona.
La leyenda
Un fanático de la pesca, que iba muy seguido a la laguna, se acomodó para dormir, esa noche, a su orilla. Prendió su lámpara y se ubicó debajo de un algarrobo negro, tiró la cuerda y, sorprendentemente, las aguas se sacudieron porque algo enorme se movía. La curiosidad pudo más y fue a mirar en qué consistía.
Precisamente, en el límite entre la luz de su lámpara y la penumbra, le pareció ver una imagen sombría y gigante. Como no consiguió comprender lo que había ocurrido, resolvió tranquilizarse.
Después de un muy buen rato, las aguas nuevamente se sacudieron. En plena oscuridad, divisó una figura monumental. El monstruo era una especie de reptil o un inmenso pejerrey, con dorso escamado. Atemorizado, el pescador desapareció corriendo. En varias oportunidades trató de calmarse y pudo regresar a recoger sus posesiones, que estaban mojadas y se veían como si una ola gigantesca las hubiera tapado.
Otra vez, unos niños quedaron impresionados con un remolino que se formó en la laguna y se aproximaba, fuertemente, hacia ellos. Aseveraron que habían alcanzado a observar una forma prácticamente humana de dimensiones gigantes, que tenía características de una dama tapada por un velo de agua.
Muchos han reconocido que en la laguna de Brealito hay, como mínimo, una presencia insólita que reside debajo del agua ya que, generalmente, hay raros movimientos que se repiten, frecuentemente, a la hora del anochecer.
En octubre de 2015, buzos del Ejército Argentino hicieron fondo en la laguna, desmitificando algunas de las creencias populares que hablaban de “una laguna sin fondo” o de la posibilidad de que se tratara de “un ojo de mar”. Luego de la travesía, los especialistas determinaron que la profundidad promedio ronda los 15 y 25 metros, siendo 41,6 metros la profundidad máxima del lugar.