Ubicado a unos 8 km de la ciudad de Iruya, en medio de las montañas, San Isidro es un pequeño poblado de apenas 350 habitantes. Llegar hasta allí es toda una aventura y es la parte más emocionante ya que en el recorrido podrás observar distintos paisajes de una gran belleza natural. Para poder llegar al pueblo es necesario recorrer el camino del río desde Iruya hacia el norte, siguiendo el paso del río de montaña.
El trayecto se puede realizar a pie o a caballo. Para partir desde Iruya, hay que bajar del pueblo al lecho del río Iruya, y caminar hasta el cruce del otro río. Se puede seguir caminando acompañando al río o subir la montaña. Antes de comenzar la aventura es recomendable informarte bien con los locales y aprovechar para comprar algunas provisiones para el camino ya que por supuesto en medio del camino no conseguirás nada hasta llegar a San Isidro.
Para quienes emprendan ésta aventura, se recomienda llevar una mochila con botellas con agua, barras de cereal para recargar energía, frutos secos y caramelos. Además llevar protector solar, una gorra (no hay mucha sombra y el calor te dará directo en la cabeza) y una muda de ropa por si te mojás con el río. Eso sí, no te excedas con el equipaje ya que hay que caminar 8 kilómetros.
Durante el recorrido a pie, tendrás que ir zigzagueando, al igual que el río e ir saltando entre piedras por lo que tendrás que estar dispuesto a mojarte un poco! Entre cruce y cruce del río es muy posible que tropecemos y metamos algún pie en el agua. Es parte de la travesía en donde se conectan dos pueblos que parecen estar suspendidos en el tiempo. Además dependiendo de la época del año que lo visites, es posible que por momentos tengas que caminar directamente sobre el río.
La subida es pronunciada y el paso, corto y en zigzag. La mejor forma de orientarse es seguir los palos del tendido eléctrico que continúan zigzagueando el río hasta llegar al pueblo de San Isidro. Al llegar, descubrirás un pequeño pueblo dividido en seis partes: el Pueblo Viejo (el más importante), Pumayoc, La Laguna, Trihuasi, La Palmera y La Cueva.
Recorriendo San Isidro
Además de hacer una recorrida por el pueblo, podés almorzar en alguno de los comedores que hay y degustar las comidas típicas de la zona. Las opciones suelen ser tamales, guiso de quinoa o empanadas salteñas o de charqui.
Después de pasar un rato, podés retomar el camino de vuelta por el mismo río, o de lo contrario, podés quedarte a pasar la noche ya que varias familias alquilan habitaciones para turistas. Tené en cuenta que si vas a dormir en San Isidro, por la noche refresca mucho por lo que deberás llevar abrigo.