El DNU que firmó el presidente Alberto Fernández el jueves con las nuevas restricciones por la segunda ola de coronavirus terminó por dinamitar la relación con la Ciudad de Buenos Aires. Es que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se opuso al cierre de escuelas durante 15 días e hizo una presentación de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema.
Sin embargo, no fue el máximo tribunal el que habilitó las clases presenciales este lunes en la Ciudad sino la Sala IV Cámara de Apelaciones porteña, que ordenó que las escuelas continúen abiertas.
Así, muchas escuelas y colegios de la Ciudad de Buenos Aires abrieron sus puertas este lunes con el protocolo de asistencia establecido desde el inicio del ciclo lectivo y también con nuevas medidas de cuidados que anunció el Gobierno porteño, publicó Clarín.
No obstante, tres gremios docentes anunciaron un paro por 24 horas en contra del fallo judicial. UTE Ctera, Ademys y los privados de Sadop reclaman que se cumpla la suspensión de las clases por dos semanas decretada por la Nación.
"El día de hoy va a ser dispar", adelantó la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, aunque celebró el fallo de la Justicia. "Estar en el aula con sus docentes hace la diferencia", agregó en diálogo con radio La Red.
El fallo judicial
La Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo ordenó que las clases deben continuar de manera presencial desde este lunes hasta tanto la Corte Suprema de Justicia se defina sobre el tema.
La decisión judicial fue avalada por los jueces Marcelo López Alfonsín, Nieves Macchiavelli y Laura Perugini. Macchiavelli es la hermana de Eduardo, secretario de Ambiente porteño y armador político de Rodríguez Larreta.
En el fallo de la Cámara, los tres jueces revocaron la decisión del juez de primera instancia Marcelo Segón, quien en un principio había rechazado un amparo presentado por un grupo de padres que pedía que se mantuvieran las clases presenciales.
López Alfonsín, Macchiavelli y Perugini ordenaron al Gobierno porteño que "en el marco de su autonomía y competencias propias disponga la continuidad de la presencialidad de las clases en el ámbito del territorio de la Ciudad de Buenos Aires".
Además, sostuvieron que la Ciudad cuenta con "potestades exclusivas para organizar el sistema educativo en su jurisdicción y que en caso de omitir ese mandato constitucional peligra el goce de su propia autonomía".
Rechazo de Nación y paro docente
El fallo de la Justicia porteña generó un fuerte rechazo del Gobierno nacional y también de algunos de los varios gremios que tienen presencia en la Ciudad. El presidente Alberto Fernández calificó la decisión judicial como un "estrago jurídico", y en el entorno presidencial hablaban de "un claro caso de Forum Shopping".
"Utilizar políticamente al Poder Judicial es una especialidad del macrismo, pero esta vez han ido demasiado lejos", escribió por su parte en Twitter el ministro de Justicia, Martín Soria.
Casi al mismo tiempo, los gremios UTE Ctera, Ademys y los privados de Sadop anunciaron medidas de fuerza para este lunes.
Primero, UTE Ctera y Ademys comunicaron que no volverán a la presencialidad y acusaron al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de "priorizar su carrera electoral y el marketing político por sobre el cuidado y la vida de todxs lxs porteñxs".
Por la noche de este domingo, se plegaron a la medida los docentes privados agrupados en Sadop.
Por su parte, entrada la noche del domingo, los docentes privados también anunciaron que se sumarán al paro y, desde la filial porteña de Sadop bregaron por la #ContinuidadPedagógicaVirtual, según el hashtag con el acompañaron el flyer que subieron a Twitter. "Queremos cuidar el DNU que nos cuida a todxs", postearon en redes.