Delfín Castedo, su hermano Raúl, los integrantes de una familia de comerciantes de Salvador Mazza, Alberto, Luis y Mario Alberto Yudi, y el martillero público, Eduardo Torino, están siendo juzgados por el Tribunal Federal de Orán 1. La fiscalía señaló que traficaban ilícitamente estupefacientes y la conversión, transferencia, administración y venta de bienes provenientes de ese delito, según lo informado por la página Fiscales.gob.ar.
A los hermanos Castedo se los acusa de ser autores y participar del tráfico de drogas hilando una red ilegítima desde Salta-Buenos Aires-Europa.
En la acusación, los fiscales José Luis Bruno y Eduardo José Villalba, bajo la dirección de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) comenzaron a poner sobre la mesa cada uno de los posibles delitos de los acusados. El objetivo de esta organización era llevar cocaína para Europa.
La fiscalía señaló a Delfín Castedo como “jefe” de una asociación ilícita, en concurso real con falsificación y uso de documento público falsificado. Su hermano Raúl Amadeo "Hula" Castedo será juzgado en calidad de miembro de la asociación ilícita, junto a su esposa Mabel del Carmen Araujo que también será juzgada como miembro de la asociación ilegal y por lavado de activos de origen delictivo.
Aparentemente, otros miembros del cartel salteño, según la fiscalía, los comerciantes de apellido Yudi de Salvador Mazza, se les atribuyen los delitos de asociación ilícita en calidad de miembros en concurso real con encubrimiento calificado de lavados de activos de origen delictivo.
Por último para la fiscalía, el martillero público Eduardo Torino, sostuvo que estaba acusado de ser un miembro funcional de la organización y que tuvo un rol particular en el lavado de activos de origen ilícito. A todo esto, Torino en todo momento se presentó inocentemente como un hombre trabajador, ajeno a los hechos ilícitos imputados que tiene en su contra, aunque reconoció que se vio implicado en la venta de la finca El Aybal, en el límite con Bolivia, operación inmobiliaria que llevó adelante a pedido de Castedo.
Estos hechos, según la fiscalía, ocurren desde 1999, a su vez, se los identificaría con relación a otros delitos como amenazas, homicidio, tenencia de armas, cohecho, infracción a la ley de fronteras y falsificación y uso de documentos apócrifos.
Los hermanos Castedo fueron acusados, también de asesinar a Liliana del Valle Ledesma en 2006 por una denuncia que había realizado la víctima, por narcotraficantes en los medios locales.
Un 21 de septiembre de 2006, Liliana, le dijo a su mamá, Elisa Romero, que quería ir a comprar pan y volvería para ver la novela juntas, pero desgraciadamente, no regresó. Un tiempo después, tocaron la puerta de Elisa para avisarle que su hija se encontraba desmayada, apresurada salió en su ayuda, pero ya era tarde, había muerto.
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