Cocaína adulterada: “Ésta tragedia pone en evidencia la cantidad de gente que consume"

Así lo expresó el neurólogo Gustavo Herrera en informateSalta. Señaló que hasta el momento se desconoce lo que sucedió con los 20 fallecidos y más de 70 intoxicados por consumir cocaína adulterada comprada en Tres de Febrero, provincia de Buenos Aires. También hay casos en San Martín, Hurlingham, Morón, Ituzaingó, Tigre, General Rodríguez y Moreno.

“Lo primero que hay que decir es que ninguna droga, en este caso la cocaína y los derivados, es buena en el consumo sin un control médico. Respecto a lo que está pasando ahora es que aparentemente la droga fue diluida con otros elementos que se cree que es un componente que funciona como depresor del sistema nervioso central y que la combinación sería la causa de estas muertes”, dijo en InformateSalta. 

La cocaína adulterada se habría comprado en el barrio Puerta 8, en la localidad de Tres de Febrero. “Sabemos que se secuestró droga en los locales que se vendía así que se va poder analizar para saber bien de qué se trata”, aseguró. 

Según analizó Herrera, ésta tragedia pone en evidencia una problemática que no se quiere ver, “la cantidad de gente que consume, la venta descontrolada, se desconoce cuánta gente consume, hay una antipolítica, es muy duro lo que está pasando en Argentina y acá en el Norte”.

A nivel neurológico, la cocaína es un estimulante que produce alteraciones en la función neuronal, “es como ponerle a un motor una nafta que te va a permitir andar muy bien una cantidad de kilómetros pero después va a empezar a destruir el carburador. Lo mismo hace la droga a nivel neuronal, produce una destrucción de la sinapsis y una mala acción de los neurotransmisores que nos producen la risa, el llanto, el placer”, explicó. 

El neurólogo indicó que el problema del consumo es que “nadie ingresa a consumir pensando que va a ser adicto, pero si nos genera placer inmediatamente el sistema nervioso te va a pedir más. No hay que subestimar que uno puede entrar y salir de las drogas. Nos sucede también a los médicos cuando recetamos un medicamento ansiolítico, si el medicamento anda bien en el paciente es un problema porque no soluciona el problema de fondo y el paciente empieza a depender de ese medicamento”. 

Finalmente, Herrera agregó que el sistema nervioso funciona para el bienestar, “si a ese bienestar se lo generamos por fuera  y no por mis acciones, mis pensamientos, el sistema nervioso va a pedir eso que lo hace sentir bien destruyendo la capacidad de ser uno mismo”.