Quemaron 380 kilos de estupefacientes en un horno privado

El pedido salteño de hornos pirolíticos ya lleva dos años cajoneado en la burocracia del Ministerio de Seguridad de la Nación; para el norte de nuestro país es una herramienta indispensable y de la cual se carece. Ayer el Juzgado Federal de Primera Nominación, a cargo del juez Leonardo Julio Bavio, quemó más de 380 kilos de estupefacientes secuestrados. Esa droga fue incinerada en el predio de una empresa privada en el Parque Industrial local.

Sucede que la firma Hábitat Ecológico es la única en la provincia que tiene la herramienta necesaria para quemar la droga sin que se produzcan gases contaminantes: un horno pirolítico. El proceso de pirólisis consiste en una incineración por dos etapas. Una primera que se denomina de “quemado común”, donde el horno alcanza los 900 grados centígrados para luego pasar a un “quemado de remanente de gases” donde se llega a los 1.200 grados mediante una inyección extra de oxígeno. Luego de la incineración se procede a un lavado de los excesos de gases con agua. Este proceso, por el cual se limpia la mayor cantidad de gases contaminantes, es muy costoso; sin embargo, la firma colabora con la Justicia Federal y no le cobra ni un centavo. En ese contexto no todo es bueno, porque es el mismo Ministerio de Seguridad el que exige el proceso de pirólisis en su protocolo para la destrucción de estupefacientes. Sin embargo, la Justicia Federal local tiene que solicitar el voluntariado de una firma privada porque la Justicia Federal local no tiene su propio horno pirolítico.

El secretario del Juzgado de Bavio, Santiago French, confirmó que hace dos años elevaron el pedido formal para un horno pirolítico móvil. Por las cantidades de estupefacientes que a diario se secuestran en todo el norte Salta (especialmente en Orán) es sumamente necesario un horno con las características que el protocolo exige. Solo ayer se movilizaron 25 efectivos fuertemente armados de la Policía Federal, en 6 móviles, con oficiales de la Justicia Federal, más civiles peritos y además se pidió la caridad de una empresa local. Todo esto para quemar 380 kilos de marihuana, cocaína y pasta base tal como lo dice el reglamento.

Fuente: Diario El Tribuno