Juzgan a una mujer de La Merced por homicidio: le habría propinado una golpiza a su pareja
Justicia24/04/2023En la Sala II del Tribunal de Juicio continúa la audiencia de debate seguida contra Carolina de los Ángeles Salva, imputada por el delito de homicidio agravado por la relación de pareja preexistente, en perjuicio de Orlando Rafael Amaya.
El juicio unipersonal es presidido por el juez Ángel Amadeo Longarte. Por el Ministerio Público interviene el fiscal Leandro Flores. La defensa de la acusada está en manos de Rodrigo Palazzo. En la parte querellante se desempeña Marcelo Arancibia.
El juicio está en la etapa de recepción de pruebas testimoniales. Hoy declararon profesionales del CIF. Entre ellas una licenciada en Servicios Sociales, una bióloga y una médica legal.
La primera testigo tuvo a su cargo la realización de un informe social sobre la imputada y sobre el damnificado. Refirió que ambos crecieron y estudiaron en La Merced y que mantuvieron una relación de pareja de aproximadamente seis años.
La madre de Amaya le contó que, en un primer momento, la pareja residió en su casa, pero luego su hijo decidió irse a vivir en un inquilinato. Esto ocurrió después de la pandemia. Durante ese periodo, la madre del damnificado se quedó en la casa de una hija. Al regresar a su domicilio, una vecina (almacenera) le contó que Salva había concurrido asiduamente a su local a comprar bebidas alcohólicas.
La madre de Amaya le reclamó a su hijo y le dijo que si la acusada quería seguir viviendo en su propiedad debía dejar ese hábito. Ante esto, Amaya optó por mudarse.
Vecinos de Amaya dijeron que tenían un buen concepto de él y que a Salva la conocían de vista. Aseguraron no haber presenciado situaciones de violencia entre ellos. De igual manera se pronunciaron los vecinos de la imputada, que dijeron tener buen concepto de ella y ubicarlo a Amaya solo de vista.
La testigo se refirió luego a la entrevista realizada a vecinas del inquilinato donde residía la víctima. Una de ellas indicó que Amaya vivía ahí desde hacía cerca de un año. Comentó que él parecía estar enfermo porque Salva lo ayudaba a caminar agarrándolo del brazo. También observó que la acusada le llevaba el almuerzo.
Otra vecina refirió que en un primer momento Amaya la saludaba y que después dejó de hacerlo porque su pareja le prohibió tener contacto con los otros inquilinos. Esta mujer –que vivía en una habitación contigua- también dijo haber escuchado agresiones entre la pareja.
La madre de Salva, en tanto, negó que su hija consumiera bebidas alcohólicas de manera abusiva. O al menos nunca lo había hecho delante de ella.
Otra de las testigos –bióloga- aportó los resultados de informes realizados en los laboratorios del CIF sobre muestras –hisopados- tomadas en una pistola, una pared y una almohada, en la habitación donde residía Amaya.
El hecho ocurrió en La Merced, el 27 de diciembre de 2021. Ese día, Carolina Salva concurrió al inquilinato donde residía el damnificado, Orlando Rafael Amaya, con quien había tenido una relación de pareja. En ese momento no convivían.
Según testigos, Salva llegó al mediodía y se quedó hasta cerca de las 18. Durante la tarde se escucharon ruidos, como golpes en las paredes. Luego los vieron salir juntos de la habitación. El damnificado caminaba con dificultad. Fueron a la casa de la hermana de Amaya. La acusada lo dejó ahí y adujo que se había lesionado al caerse.
Los familiares de la víctima iniciaron los trámites para su atención médica. Luego de varias intervenciones quirúrgicas se produjo su deceso, el 8 de enero de 2022, en el Hospital San Bernardo. Amaya presentaba golpes en el cráneo.