Todos los 7 de agosto se celebra el Día de San Cayetano, el patrono al que los fieles le piden pan y trabajo.
La oración más popular dedicada a San Cayetano:
¡Oh glorioso San Cayetano Padre de la Providencia!,
no permitas que en mi casa me falte la subsistencia
y de tu liberal mano una limosna te pido en lo temporal y humano.
¡Oh glorioso San Cayetano!,
Providencia, Providencia, Providencia.
(Aquí se pide la gracia que se desea conseguir)
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Glorioso San Cayetano, interceded por nosotros ante la Divina Providencia.
Otras oraciones
"¡Oh glorioso San Cayetano! Aclamado por todas las Naciones; Padre de Providencia, porque con portentosos milagros socorres a cuantos te invocan con fe en sus necesidades. Te suplico me obtengas del Señor oportuno Socorro en las angustias presentes y sea ello prueba de la bienaventuranza eterna. Amén.
Santísima Trinidad ¡Oh Divina Providencia! Concédeme tu clemencia, por tu infinita bondad, arrodillado a tus plantas, a Ti portento de toda caridad, te pido por los míos casa, vestido y sustento.
Concédenos la salud, llévanos por buen camino, que sea siempre la virtud que guie nuestro destino. Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío, en Ti creo, en Ti confío. Tu Divina Providencia se extienda a cada momento para que nunca nos falte casa, vestido, sustento y los Santos Sacramentos en el último momento".
Glorioso San Cayetano, aclamado por todos los pueblos padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: acudo a tu altar, suplicando que presentes al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos.
(Aquí se expresan las gracias que se desea obtener)
Haz que estas gracias, que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia, sabiendo que Dios (que viste de hermosura las flores del campo y alimenta con largueza las aves del cielo) me dará las demás cosas por añadidura. Amén.
La celebración y su vida
La vida de este Santo se caracterizó por ayudar al prójimo, por su entrega a las personas más necesitadas y, sobre todo, se destacó por su manera austera de vivir, entregando todo lo que tenía.
El origen de esta celebración se remonta al 7 de agosto de 1547, el día de la muerte de San Cayetano. El presbítero italiano nació en el seno de una familia acomodada, pero desde joven supo que su objetivo era ayudar y servir a los demás. En efecto, todo los ajeno a esto, era algo superfluo y no necesario para poder vivir en plenitud.
San Cayetano fue hijo de los condes de Thiene, su padre, el Conde Gaspar de Thiene y su madre María di Porto, y estudió derecho en la Universidad de Padua. Recién terminada la carrera fue nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma y, a partir de ese momento, comenzó una vida de reflexión y filosofía.
Fue el creador de la asociación "Del amor divino", cuyo objetivo era enseñar a los socios a llevar una vida de ayuda a los demás, sobre todo hacia las personas enfermas y a todas aquellas que no se valían por sí mismas. Luego, en Venecia, creó un hospital para los enfermos terminales que sin tener ningún tipo de esperanza de vida, los cuidaba hasta el final de sus días.
A lo largo del tiempo se desprendió de todos sus bienes entregándoselo a los más pobres y no quiso ningún tipo de reconocimiento ni de honores, cuando miles y miles de personas lo estaban pasaban muy mal. San Cayetano fue un convencido de que la Iglesia debía servir a los más pobres y que el clero debía tenía como objetivo renovar el espíritu y la labor misionera de los sacerdotes.