La vida de Ameri después del escándalo: Vende pollos y asegura que no llega a fin de mes

Esta semana, la Cámara Federal de Casación Penal dejó firme la condena a Juan Emilio Ameri, el exdiputado salteño que protagonizó un escándalo sexual durante una sesión virtual en septiembre del 2020.

Ariel Lijo, juez federal, había dispuesto una pena de un mes de prisión para el exlegislador, que ahora quedó ratificada por el tribunal superior. Vale recordar que la denuncia se hizo hace casi cuatro por perturbación al ejercicio de funciones públicas.

Ameri apareció en plena sesión de Diputados, con la cámara encendida y la videollamada grabándose, besando los senos de una mujer, todo en el marco de la pandemia por Covid-19. Siempre atribuyó todo a una distracción que intentó justificar: “Mi pareja se había hecho unos implantes mamarios y quería ver cómo le habían quedado”.

"Hoy no llego a 300.000 pesos por mes, nada. Gano entre 10 y 12 mil pesos por día"

Tras eso, se alejó de la política. Primero intentó comercializar artículos de camping por Internet y actualmente vende pollos. Ahora, relató que vive “un drama” y que “no llega a fin de mes”.

En dialogo con LaNación, contó: “Estoy trabajando en un negocio familiar, una productora avícula, vendemos alimentos derivados de pollo, supremas, huevos... Trabajo todo el día, desde las 8 de la mañana hasta el mediodía. Ahí salgo para almorzar, me acuesto y duermo una hora... y a las 4 me levanto y vuelvo a abrir el negocio hasta las 8.30″.

El hombre vive en la provincia de Buenos Aires y remarcó que atraviesa una “complicada situación económica”. Además, dijo que está “peor” que antes y lo relacionó directamente al gobierno de Javier Milei.

"Con lo que pasó yo no le cagué la vida a nadie... me la cagué yo"

“Antes la situación era compleja pero hoy los negocios están cerrando y nosotros nos estamos sosteniendo el negocio como podemos. Yo como una vez por día, porque no me alcanza. Hoy no llego a 300.000 pesos por mes, nada. Gano entre 10 y 12 mil pesos por día”, añadió.

Adelantó que apelará la decisión de la Justicia Federal. “Hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos no paro”.

“La realidad es que solo fue un descuido, una desatención, un accidente. Con lo que pasó yo no le cagué la vida a nadie, no es que venía manejando y atropellé a alguien... Bah, sí, me la cagué yo. Esa es la realidad, los únicos perjudicados fuimos mi familia y yo”, concluyó.