Un video muestra al policía que roció con gas pimienta a la niña de 10 años directamente en el rostro

Nacional12/09/2024
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Fue una de las imágenes más fuertes que dejó la manifestación frente al Congreso: mostraba a una niña de diez años mientras era asistida para aliviar el ardor en sus ojos luego de ser rociada con gas pimienta. Todo un símbolo de la represión para los opositores al gobierno de Javier Milei, que rápidamente buscó desacreditar la imagen y minimizar su impacto político. ¿Cómo? Difundió un video con el que acusó a una manifestante de ser la autora de la agresión sobre la niña. Pero no solo eso: la secretaria de Seguridad de la Nación, Alejandra Monteoliva, confirmó la acusación.

“En el caso de la nena, las imágenes se analizaron, no estaba la presencia de la policía en ese momento. Evidentemente, fue un gas que arrojaron estas personas que estaban en proximidad a ella. Específicamente, vestidos de naranja. Es una mujer, todavía no está identificada”, afirmó anoche Monteoliva, número dos de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad, entrevistada en el canal TN. Negó en más de una oportunidad que un efectivo de seguridad estuviera involucrado.

En el video que difundieron el miércoles por la noche fuentes oficiales y las cuentas de militantes de La Libertad Avanza, de baja calidad, se observa a una persona con un atuendo naranja que lanza una sustancia rojiza, que se dispersa como polvo, apuntando hacia el cordón de efectivos de la Policía Federal que buscaba desalojar la calle. La nube de color apenas llega a los policías y, en cambio, se esparce sobre algunos manifestantes. Según el relato de Monteoliva, esa fue la sustancia que afectó la niña.

La propia Bullrich se pronunció sobre el hecho, pero para criticar a la madre de la menor afectada por el gas pimienta. “MADRE IRRESPONSABLE Y VIOLENTA [sic]. En estas últimas marchas hubo un grupo de militantes que fueron con piedras y palos a pegarle a la Policía y ahora dicen que la Policía le tira gases a una nena. La responsabilidad de llevar a una nena de 10 años a una marcha rodeada de personas violentas es responsabilidad de esta madre irresponsable. Ya les dijimos: LLEVAR A LOS CHICOS A LAS MARCHAS ESTÁ PROHIBIDO. LOS CHICOS A LAS MARCHAS, NO”, escribió en su cuenta de la red social X.

La frase de la ministra fue en respuesta a un tuit anterior de la rama local de Amnistía Internacional. “OTRA VEZ REPRESIÓN [sic]. Las fuerzas de seguridad gasearon a una niña, jubilados y periodistas. Los niños/as NO pueden ser blanco de gases u otros impactos de armas. Es responsabilidad de las fuerzas de seguridad ejercer un control estricto y riguroso del uso de armas de acuerdo a los estándares internacionales del uso de la fuerza”, escribió en X la organización no gubernamental.

Al caer la noche, el Gobierno no solo había logrado una victoria dentro del recinto de la Cámara de Diputados, al bloquear el intento de la oposición por derribar el veto de Javier Milei que puso un freno al aumento de los jubilados. También había logrado desalojar a los manifestantes y poner en duda el registro más incómodo del operativo: la imagen de la niña con el rostro enrojecido y los ojos apretados por el ardor.

Una niña se ve afectada por gases lacrimógenos rociados por la policía antidisturbios durante una protesta frente al Congreso Nacional en Buenos Aires el 11 de septiembre de 2024.

Este jueves, sin embargo, se difundió en las redes sociales otro video, filmado desde atrás del cordón policial. Allí se observa un segmento de la nube rojiza lanzada por la presunta manifestante, cuyo rostro no es captado. También cómo ese polvo afecta a un policía federal, que se resguarda detrás del cordón, y a una manifestante joven, que se limpia el rostro con el antebrazo y le pide a la policía que no avance sobre la madre y su hija de 10 años, que desde antes que comenzara esa secuencia estaban sentadas y abrazadas sobre el asfalto, junto a dos hombres, uno con muletas.

Pero lo que se aprecia con claridad es que, inmediatamente después del polvo rojizo, la Policía Federal avanza sobre los manifestantes: la primera línea con escudos y la segunda con los aerosoles de gas pimienta. Y que uno de los uniformados, de pie junto a la madre y la hija sentadas en el asfalto, decide apuntar hacia abajo y, a escasos centímetros, lanza una descarga continua sobre las cabezas de las mujeres. No solo eso, mueve el aerosol de arriba a abajo, varias veces, con lo cual la descarga impregna rostros, sienes y nucas de la madre y la hija. Luego, vuelve a apuntar hacia arriba el aerosol, para dirigir el spray hacia los manifestantes.

Huelga aclararlo, pero los potentes lanzadores de gas pimienta que utiliza la policía están desaconsejados para ser disparados a corta distancia, por el daño que pueden generar, a diferencia de los sprays de defensa personal, de tamaño mucho más pequeño y menos potentes.

LA NACION consultó al Ministerio de Seguridad para conocer si, con las nuevas imágenes, se analizaría la conducta del uniformado. También, si rectificarían los dichos de la secretaria Monteoliva, quien afirmó que “no había policías” en el momento del ataque a la madre y la menor, además de dar por confirmado que una manifestante era la responsable de la agresión. El Ministerio no respondió la consulta.

Bullrich sí se comunicó con LN+ cuando se difundieron las imágenes de la polémica. “No voy a aceptar de ninguna manera que digan que somos mentirosos. El Ministerio no envió un video a nadie. Yo me enteré del video por LN+”, le contestó Patricia Bullrich a Eduardo Feinman, quien le replicó que el video lo había enviado a los medios Alejandro Rolle, jefe de la Policía Federal.

Acto seguido, la ministra negó que el policía hubiera apuntado a la niña, pese a la evidencia de las imágenes. “Nadie gaseó a la nena”, insistió. “Nosotros defendemos a la policía”, enfatizó, ante una nueva consulta sobre el modo en que actuó el uniformado.

Bullrich solo admitió la posibilidad de un error, pero en lo referido al envío del primer video, el que se usó para acusar a una manifestante de la agresión y desvincular a la policía. Allí, tomó distancia del comisario general Rolle. “Nosotros no hacemos operaciones”, afirmó, para anticipar que se iba a comunicar con el jefe de la policía para preguntarle por qué había enviado el video que favorecía al Gobierno. /La Nación

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