


Una multitud de vecinos le dio el último adiós al querido kinesiólogo David Corimayo en Cachi
Sociedad06/05/2025
Ayer en altas horas de la noche llegaron a Cachi los restos de David Corimayo, siendo recibido por una multitud de vecinos que entre lágrimas veían como se avecinaba el coche fúnebre.
En las puertas de la Iglesia San José, se dispusieron a rezar por el eterno descanso del querido kinesiólogo y devoto cristiano que dejó huellas en quienes lo conocieron, destacando todos su servicio, solidaridad y enseñanzas.
Luego de las campanadas, el párroco se expidió sobre David: “Te encomendamos el alma de nuestro hermano David. Ha sido liberado de la violencia y maldad, te imploramos tu clemencia para que lo conduzcas a tu cielo”.
En medio de los rezos, se escuchaba el llanto de los cacheños, que pedían una y otra vez para que la luz perpetua ilumine a su querido amigo: “Imploramos tu misericordia que le concedas la luz y la paz y a sus seres amados el consuelo y la fortaleza”.
“Mas allá de la estúpida violencia, injusta, irracional, estamos viviendo la grandeza de un hermano que ha llegado a la casa de Dios. El creía profundamente en el cielo, le ofrecemos a Dios con paz y dolor, y le pedimos al Señor que le conceda un gozo profundo” dijo el cura.
Luego de las palabras, todos los presentes se acercaron a despedir a David quien yacía en el cajón fúnebre, en paz, sin el dolor de la violencia.









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