



En una reciente entrevista, la electa diputada provincial de Salta, Flavia Royón, compartió su visión sobre el panorama minero argentino,abordando ños desafíos y las perspectivas del sector desde su experiencia en ambos lados del espectro político.
Para la ex funcionaria, la minería representa una ventana de crecimiento económico significativa que Argentina aún no ha sabido aprovechar plenamente. Subrayó que, a pesar de contar con algunas provincias con actividad minera, el país necesita "empezar a ser un país minero" para capitalizar sus vastos recursos naturales. Esta transición, según Royón, podría ser fundamental para aliviar las recurrentes crisis económicas que afectan al país. "Siempre lo digo, somos un país con alguna provincia minera, tenemos que empezar a ser un país minero", afirmó con convicción.
Royón explicó que la naturaleza de la minería, caracterizada por inversiones de capital masivas y a largo plazo, choca con la inestabilidad macroeconómica y la falta de previsibilidad que históricamente ha enfrentado Argentina. "Argentina hace muchos años que tiene una deuda en su estabilidad macroeconómica y fiscal, crisis recurrentes", señaló. Paradójicamente, indicó que la minería tiene el potencial de ser parte de la solución a la escasez de dólares, un problema central en muchas de las crisis del país, gracias a su balanza externa positiva. Sin embargo, la percepción de riesgo y la falta de un horizonte estable de al menos quince años dificultan la llegada de inversiones significativas.
En cuanto a la gestión actual del gobierno de Milei, Royón reconoció las señales de un plan de estabilización en curso, pero enfatizó que la sostenibilidad de este plan a largo plazo es crucial para generar confianza en los inversores. "El gobierno de Milei tiene un año y medio. Sí ha dado señales de que tiene un plan de estabilización que lo están llevando adelante pero, de nuevo, esto es una carrera de largo plazo. Entonces todavía, no Milei, Argentina y toda la clase dirigencial todavía tiene que demostrar que esto es sostenible en el tiempo", reflexionó.
Respecto al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), Royón lo calificó como una condición necesaria, aunque no suficiente, para atraer capitales al sector minero y a otras industrias de gran escala como el GNL. "Argentina en materia de grandes inversiones, GNL, minería, necesitaba un RIGI", aseguró a La Política Online.

Si bien admitió ciertas críticas sobre la falta de un capítulo dedicado al desarrollo local, reconoció la importancia del RIGI para mejorar las condiciones de inversión. No obstante, advirtió que la estabilidad macroeconómica y la percepción de un consenso político y social duradero son igualmente vitales para que los inversores apuesten por Argentina. "Para una estabilidad macroeconómica, el RIGI es condición necesaria, no suficiente", sentenció.
Finalmente, al abordar el potencial minero de Salta, Royón se mostró particularmente optimista. Destacó que la provincia, con tres proyectos en construcción y un proyecto de cobre de nivel mundial en una etapa avanzada, tiene un futuro prometedor en el sector. Subrayó el impacto positivo que la minería ya está teniendo en la creación de empleo en Salta, contrastando con la situación de otras regiones del país. "Salta pasó de 1500 empleos directos a 6000 empleos directos en minería. Son 4500 familias donde tener un trabajo bien remunerado y en blanco", ejemplificó, dejando claro que, en su visión, "ningún sector sobra en la Argentina".






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