puente Río Vaqueros

La larga fila de autos estuvo demorada hasta pasadas las 22 horas. Es un problema de cada verano, y no hay una solución a la vista. Mientras tanto, quienes deben transitar necesitan armarse de paciencia extrema.

El día se presentaba ideal, con un sol radiante, para pasar Navidad en el río o en alguno de los campings para refrescarse con familiares y amigos. Ese fue el plan elegido por miles de salteños, que se llegaron a Vaqueros y La Caldera, aunque la vuelta fue un martirio. Años sin una solución alternativa. VIDEO

Pareciera ser que a ningún intendente le importa nada. Las fiestas patronales o cualquier evento de índole municipal se siguen haciendo en las rutas, sin importar el corte del paso, el caos vehicular, o las demoras generadas. Ni que hablar si hubiera una emergencia. Vaqueros ayer fue un desastre.

Para aliviar el calor insoportable de ayer, los salteños eligieron los ríos como Vaqueros y el Wierna, que estaban repletos. Hubo más de 2 kilómetros de filas de autos. Un tema de nunca acabar.

Pasan los años y nadie hace nada. Nación, provincia, municipio, todos miran al costado. Con la llegada de los calores del verano, la zona de Vaqueros y La Caldera son de las más visitadas, pero la odisea de volver supera todo límite.

Ni Tránsito, ni la Policía ni Seguridad Vial le encuentran la vuelta e implementan operativos de manera defectuosa. El intenso flujo vehicular dificulta el regreso de quienes eligen esa zona los fines de semana.