Vía Crucis del cerro San Bernardo, una tradición que se repite hace 25 años

Desde principios de los 90, cada Viernes Santo miles de fieles se congregan para recordar el camino que recorrió Jesucristo antes de su muerte. Lo que comenzó como una iniciativa de jóvenes se fue convirtiendo en una movida para toda la familia.

Sociedad 30/03/2018 Cecilia Agüero
via crucis cerro San Bernardo
Una multitud en el vía Crucis del cerro San Bernardo

Se acerca la Pascua, fiesta máxima de la Iglesia Católica en la que se recuerda la muerte y resurrección de Jesucristo y como es costumbre este viernes 30 de marzo, Viernes Santo, la ruta que lleva a la cima del cerro San Bernardo se colmará de fieles que participen del Vía Crucis.

No se trata de una tradición nueva sino que ya cumplió sus bodas de plata y que se repite cada año desde principios de la década del 90, cuando el padre Néstor Aramayo decidió retomar la idea del querido y recordado padre Ernesto Martearena, quien junto a un grupo de jóvenes de la Parroquia del Fátima en los 80’, decidió iniciar este camino que después se perdió en el tiempo.

Cristian Maristany, quien condujo y formó parte de la organización desde sus inicios hasta 2006, contó a InformateSalta que empezó siendo el Vía Crucis de los Jóvenes, de aquellos que formaban parte de la Pastoral de Juventud para luego convertirse en el Vía Crucis de la Familia.

En aquellos años, se transmitía por radio FM del Milagro, pretendiendo llegar a las casas de todos aquellos que no pudieran asistir, incluso escuchada en los walkmans (los aparatos de moda en esa época) de quienes caminaban hacia la cima. Con el paso del tiempo, Radio Salta se hizo cargo de esta tarea, llegando con su Amplitud Modulada (AM 840) a todo el territorio provincial.

Hacia 2004 se convirtió en un fenómeno particular y tan grande que despertó la curiosidad de la Secretaría de Turismo de ese entonces, organismo gubernamental que pretendía promoverlo a nivel turístico, una idea que finalmente no se concretó.

Si bien en la mayoría de los casos se realiza después de las 15, hora en la que Jesús murió en la cruz, ellos decidieron hacerlo por comodidad de la gente a  las 7 de la mañana. Alguna vez, por pedido de Monseñor Mario Antonio Cargnello, se pensó en recorrer el camino de noche, con cruces y antorchas, pero por la peligrosidad de la zona, se desistió y mantuvo en el mismo horario de siempre.

Desde sus inicios, se suspendió y trasladó al centro de la ciudad tan solo una sola vez cuando las intensas lluvias provocaron desmoronamientos que derivaron en que el ingreso al cerro estuviera algún tiempo cerrado.

Cada año, la gente del interior provincial lo vivía en simultáneo a tal punto que el mismo guión que se escribía y leía en la Capital se entregaba durante la Misa Crismal, el miércoles previo, a los sacerdotes de distintas localidades.

Ese guión, que respetaba una cierta estructura, siempre contenía una denuncia de orden social o político, hablaba de temas vinculados, por ejemplo a la corrupción, que causaba agrado e impacto en los fieles.

“Nos sorprendía la cantidad de gente que se sumaba año a año, llegamos a tener hasta más de 5 mil personas subiendo, teniendo en cuenta que es una ruta, un camino complicado para juntar tanto gente. Hubo un año que no teníamos como hacer publicidad, ni afiches y la gente apareció porque recordaba que se hacía, sin que lo difundamos igual la gente estuvo,” dijo Cristian a este medio.

En los 25 años en que se viene realizando de manera ininterrumpida afortunadamente nunca ocurrió algún episodio que lamentar. Como dato anecdótico, recordó una situación en la que por intentar frenar a un hombre que circulaba a alta velocidad con su vehículo en la bajada, totalmente alcoholizado,  su pie quedó debajo de las ruedas.

“En el trabajo con la policía, era tarea de ellos evacuar la cima del cerro, que no haya nadie borracho, como es un feriado largo porque  ahí genera que haya gente. Y un año me pasó que bajó un auto a toda velocidad en contra de nosotros. Me atropelló el pie, no pasó nada en realidad, gracias a Dios la gente ni se enteró, lo pudimos parar a este hombrecito. Después accidentes torpes y graciosos pero gracias a Dios nunca nos pasó nada extremo,” expresó.

Ni siquiera las inclemencias del tiempo interfirieron en una de las tantas muestras de fe instaladas en la sociedad salteña y este viernes, el cerro San Bernardo será nuevamente testigo y escenario de rezos y pedido de miles de católicos.   

 *Fotos tomadas Facebook: Catedral de Salta

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