Habló la esposa del joven muerto en RN 50: “Cuando me enteré se me vino el mundo abajo”
Patricia Jaimez era la esposa de Joel Jaimez de 28 años, quien fue violentamente atropellado el pasado sábado. Según su relato, su marido se dirigía a la casa de su abuelo para dejarle unos remedios. "No hay mucha explicación que pueda encontrar en este mundo para lo que pasó" expresó.
Policiales11/06/2019Según publica hoy Radio Ciudad Orán, Joel Jaimez, ex gendarme, tenía una relación muy particular con su abuelo Samuel a quien iba a visitar el día que perdió su vida. . Aún con sus 28 años, casado y con dos hijas, el joven oriundo de Aguas Blancas en la frontera salteña con Bolivia se tomaba un día por semana para irse a dormir con él. Fue su primer nieto y desde un primer momento el vínculo se tornó inquebrantable. El abuelo lo había criado. Básicamente era como su padre.
El sábado por la tarde, Jaimez viajaba por la Ruta Nacional Nº 50 desde Aguas Blancas hasta la finca del anciano para llevarle los remedios. Fue ese mismo trayecto en el que el ex gendarme encontró la muerte de la manera más absurda: un auto blanco conducido por su primo Fabián Sarmiento, que se encontraba en un estado de ebriedad absoluto, y en el que también viajaba Johny Jaimez, un tío al que él consideraba como hermano, lo atropelló de frente y le quitó la vida de inmediato. La moto en la que Joel viajaba se la había prestado su abuelo.
"No hay mucha explicación que pueda encontrar en este mundo para lo que pasó. Era una persona familiera, cocinaba para todos siempre. Amaba jugar con nuestras dos hijas. Y estaba siempre presente para lo que necesitáramos", explica con angustia Patricia Jaimez, su esposa.
"Joel" era el apodo que había recibido desde chico, su nombre real era Leonardo Jonathan. La pareja tuvo dos hijas, Julieta, que hoy tiene 3 años, y Ariana de 2 años. "Joel fue un padre ejemplar. Siempre se dedicaba parte de su día para jugar con las chicas. Incluso, Ariana, la más chiquita, tiene algo especial con su papá, era mucho más pegada a él que a mí", afirmó Patricia.
Era bagayero y estaba a punto de recibirse de policía
"Él era gendarme, pero un día se peleó con un compañero en la puerta de un boliche. Este chico tenía contactos con gente poderosa de ahí y lo sacaron de la fuerza. Desde ese momento, la verdad que se tuvo que ganar la vida como 'bagayero', transportaba mercaderías en la frontera. Mientras, en los últimos meses estaba a punto de recibirse de policía. Sólo le faltaban los exámenes psicotécnicos", explicó Patricia.
La última vez que Patricia vio a su marido fue el viernes por la noche, cuando se fue a lo de su abuelo. El sábado por la tarde, la mujer con las hijas de la pareja, acudió a una iglesia con sus hijas. "Fuimos a una escuelita bíblica del evangelio. Allí hicimos muchas actividades. La mayor le hizo un dibujo a su papá, que tenía pensado entregárselo el próximo domingo por el Día del Padre. Incluso se enojó porque la maestra no le dejaba llevarse el dibujo a casa porque todavía tenía la témpera fresca".
Mientras tanto, a unos pocos metros de allí, Joel moría sobre el asfalto de la Ruta Nacional Nº 50. "Yo me enteré como a la hora y media. Me conecté a una red social y vi que se estaba viralizando el video en la cuenta de Radio Güemes. Cuando me puse a leer los comentarios, vi que una persona escribió: 'La víctima fatal fue Joel Jaimez'. Ahí se me vino el mundo abajo y empecé a llorar sin parar. Llamaba a la familia y nadie me atendía. El accidente fue a las 18:30 y recién dos horas después empezaron a llegar los familiares a mi casa para confirmarlo", se lamentó Patricia.
"Cuando encima me enteré más tarde que el que lo atropelló era su primo, además de tristeza me entró mucha bronca. No lo podía creer", agregó.
Dos días después de la tragedia, Patricia todavía no habló con Fabián Sarmiento ni con Johny Jaimez:"A Sarmiento casi no lo conocía. Él era de Orán, solo lo había visto, sin hablar, un par de veces en mi vida. Pero sé que tenía mala fama. Y Johny se encerró en su cuarto y todavía en dos días no salió de ahí. Tampoco quiere hablar con nadie. Él también estaba borracho en el auto. Y esta gente es así: trabajan y toman, trabajan y toman".
Por su parte, Samuel, el abuelo de la víctima, también se enteró de la pérdida de su primer nieto. Permaneció en silencio mientras se lo contaban. Prefirió no asistir al velorio. Sólo él encontrará las herramientas para masticar la tragedia que acaba de sufrir.