“Estás robado. Te vamos a abrir como un sapo”: el asalto que terminó con 2 ladrones muertos

Marchan para pedir que liberen al remisero policía que mató a dos ladrones en Santa Fe.

Nacional 21/08/2020
asalto

Franco Rolón tiene 27 años. Policía en actividad en Villa Gobernador Gálvez, al sur de Rosario, Santa Fe, desde hace tres meses ocupa parte de sus horas libres manejando un remís en la zona del Gran Santa Fe. 

El martes, cerca de las 22, dos pasajeros intentaron asaltarlo utilizando cuchillos. Rolón tomó su arma reglamentaria y disparó. Los dos presuntos ladrones murieron. 

Uno en el lugar. El otro, luego de llegar a un hospital.

El policía fue imputado este jueves por el "doble homicidio calificado por el uso de arma de fuego".

Su condición de agente no fue un agravante y el sábado se resolverá si sigue detenido o aguarda el desarrollo de la causa en libertad.

“No salió a matar, salió a trabajar. Era su vida o la de ellos”. Silvia, la madre del oficial, insistió ante los medios en reclamar la libertad de su hijo y en sostener su inocencia.

La mujer encabezó en la localidad de Santo Tomé una manifestación que reunió a decenas de remiseros, taxistas y vecinos, que luego se trasladaron hasta la entrada de los Tribunales de Justicia de la capital santafesina para reclamar la libertad de Franco. Silvia portaba una lámina amarilla, con letras negras, que rezaba: “Franco, tu familia te espera!!!”.

“Todos somos Franco”, “Liberen a Franco”, “Franco salió a trabajar, no a matar” y “Queremos vivir en libertad” eran algunas de las pancartas que podían observarse en la concentración para apoyar al policía.

Mientras tanto, en la zona del barrio donde sucedió, en el barrio Villa Adelina, de Sauce Viejo, la hermana de Jorge Wan Vélez (22) y tía de Diego Merlo (18), los dos muertos en el episodio, reclamó que se investigue la forma en que sucedieron los hechos.

En diálogo con Aire de Santa Fe dijo que su hermano fue asesinado “como un perro”.

“No digo que no era de mandarse sus macanas, pero él trabajaba, le daba de comer a su hija de cuatro años. No voy a decir que era un santo, pero no sé por qué lo mataron así, como un perro. Lo único que pedimos es justicia”, reclamó.

La madre de Rolón está con custodia. Dice que por su casa pasaron ya tres veces personas en moto, conduciendo a contramano, como en actitud intimidatoria.

También se reforzó la seguridad de su padre, un militar retirado, quien vive en otra propiedad. Lo mismo se dispuso en la remisería para la que trabajaba su hijo.

Silvia insiste en que la defensa de Rolón, utilizando su arma reglamentaria, fue inevitable.

En su testimonio, antes de ser imputado, el policía explicó que uno de los jóvenes asesinado lo amenazaba con un cuchillo de cocina, que le colocó sobre el cuello. El otro le apoyaba una especie de cuchilla entre la espalda y el hombro.

“Estás robado. Te vamos a abrir como un sapo”, le dijeron.

Siempre de acuerdo a los dichos de Rolón, cuando uno de ellos advirtió que tenía un arma de fuego, alcanzó a decirle al otro: “Está enfierrado, matalo”.

El martes a la noche Vélez y Merlo abordaron el remís en Santo Tomé.

Le indicaron a Rolón que debía ir a un quiosco, pero antes de llegar cambiaron el destino y en una zona descampada y oscura intentaron cometer el robo.

El policía, que es zurdo, aseguró durante la audiencia haber disparado hacia atrás, sobre su hombro, sin siquiera mirar para atrás ni mirar a sus agresores.

Uno bajó del auto y cayó a pocos metros. Murió allí mismo.

El otro huyó, herido y rengueando.

Se desplomó a la vuelta de ese lugar. Aunque fue trasladado a un Samco falleció minutos más tarde.

“Supongamos que entregaba todo, le abrían la billetera y veían que era policía ¿Qué piensan que hubiera pasado?”, se preguntó la madre de Rolón durante la manifestación en apoyo al remisero.

La mujer comentó que su hijo, como policía, actuó en distintos operativos y enfrentamientos en Rosario, pero que nunca le había tocado disparar contra una persona.

El sábado está previsto que repitan la concentración frente al edificio de los Tribunales santafesinos, donde se definirá si al agente le otorgan la libertad.

“No me dejen sola”, pidió la mujer frente a la gente concentrada en la plaza 25 de mayo.

Los autos que llegaron para respaldarla generaron una larga cola que se extendió por varias cuadras y que se hizo sentir con las bocinas.

Prometieron que el sábado estarán otra vez allí. /Clarín

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