Iglesia Filadelfia: Continúa la investigación por supuesta explotación a feligreses
Justicia01/03/2021InformateSaltaEn diciembre, la justicia federal encabezó numerosos allanamientos en todo el país por la investigación de una estructura criminal detrás de los templos Filadelfia. En Salta, fueron allanados un templo de Zuviría al 1300 y un domicilio en calle Luis Borga Díaz 645, por Gendarmería Nacional y Policía Federal.
La actividad delictiva que habrían desplegado los primeros fundadores de esta organización, las hermanas Eva y Divina Pereyra, a quienes luego se unió Miguel Evangelista Bogado, habría logrado expandirse a partir de la incorporación de nuevos cómplices, quienes era enviados a distintas provincias por mandato divino de los líderes de la asociación ilícita.
De esta manera, las hermanas Pereyra, habrían logrado abrir anexos en Mendoza, Entre Ríos, Tucumán, Neuquén, Bahía Blanca y Salta, entre otros destinos. En nuestra ciudad, los hermanos María Luisa y Guillermo David Alza, montaron la Iglesia Filadelfia en una vivienda de calle Zuviría 1.320.
Según conoció InformateSalta, la casa que se adaptó como templo evangélico y luego sumó una cocina para la elaboración de pan, que pertenecería a una familiar que los pastores Alza captaron con supuestas revelaciones de Dios, las que llevaron a desalojar a los verdaderos dueños de la vivienda, y ser consagrada a los pastores Alza.
El 1 de diciembre de 2020, cuando la justicia desbarató esta organización con numerosos allanamientos en todo el país, entre ellos el registrado en el domicilio de Zuviría 1.320, una mujer, hija de los verdaderos dueños de la propiedad, se acercaron para festejar que se haya hecho justicia.
Ahora con más de 40 años, la mujer, quien fue captada con su familia cuando tenía 14 años, reveló que habría sufrido episodios aberrantes a manos de los pastores, denigrantes y violentos, todo con excusa de que esa era la forma de prepararlos para un eterno descanso divino.
La víctima, cuya denuncia destapó la olla de lo que habría sucedido durante muchos años en esta iglesia, fue clave para que la investigación pudiera avanzar hasta detener a los principales responsables, entre ellas Eva Pereyra, quien habría quedado al frente de todo tras la muerte de su hermana Divina.
En su procesamiento, el juez Elpidio Portocarrero Tezanos Pinto, del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 3 de Morón, sostuvo que “se logró establecer que la organización delictiva se encontraba compuesta por una gran cantidad de personas que habrían desarrollado distintos roles y funciones, poseía una estructura jerárquica de tipo piramidal, comandada por un líder que cumplía el rol de gurú espiritual, autoproclamado y carismático”.