Las petroleras suscribieron en las últimas semanas contratos de comercialización del crudo con un precio congelado por hasta tres meses, a cambio de que se establezca hasta mayo un sendero de aumentos en los precios al público de los combustibles. Trascendió que mañana comenzaría a regir un nuevo aumento del 3%.
El incremento acumulado en tres meses sería de entre 13% y 15% y su aplicación dependerá de la voluntad política y la habilitación del Gobierno.
Por lo pronto, este viernes 12 se actualizarán los impuestos internos, en un orden de casi $ 2 por litro para las naftas y $ 1,25 para el gasoil, que presionará para un alza de entre 2 y 3 puntos porcentuales, según el producto refinado.
Desde la industria recuerdan que todos los aumentos aplicados en lo que va de 2021 (hasta un 11% en el caso de la nafta súper en Buenos Aires) fueron por ajustes en los biocombustibles o por los impuestos y no para recuperar márgenes de ganancia en la refinación.
El acuerdo, de carácter informal y privado, tuvo la participación de productoras no integradas como Vista Oil & Gas, Pluspetrol, Tecpetrol y Sinopec y refinadoras como Raízen y Trafigura (que venden combustibles y lubricantes con las marcas Shell y Puma Energy), con la intención en todo momento de que el Gobierno no se involucrara.
Se lo confirmaron a El Cronista los gerentes generales y financieros de productoras y refinadoras y también voceros de algunas de las empresas, todas en off the record.