En marzo, vecinos ya habían alertado hechos de violencia en la casa del luchador de MMA

Juan Pablo Varela fue formalmente acusado por golpear salvajemente a su pareja, quien está cursando un embarazo, el joven está imputado por lesiones agravadas por la relación de pareja (tres hechos), desobediencia judicial (cuatro hechos), privación ilegítima de la libertad agravada por ser la damnificada una persona a quien le debe respeto particular; agresión con arma impropia (dos hechos) y daños, todo en concurso real.

El caso que ya ocupa las portadas de medios nacionales, generó gran preocupación y derivó en la inmediata intervención de la fiscal Gabriela Dávalos, quien junto al Polo Integral de la Mujer, quienes convocaron a la víctima para su resguardo integral. 

La fiscal en diálogo con Canal 11, contó que la justicia tiene conocimiento de las situaciones de violencia desde marzo de este año, cuando vecinos alertaron sobre los hechos de forma recurrente y una patrulla policial llegó hasta la casa que compartían. 

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“En ese momento operadores del 911 ilustraron a la víctima sobre la necesidad de poner en conocimiento de la autoridad y eso la impulsa a radicar una denuncia, se generaron las intervenciones correspondientes y las vías de protección”, explicó. 

La joven atraviesa una situación de extrema vulnerabilidad y dependencia económica del agresor por lo que mientras la causa continuaba su curso ella decidió retomar el vínculo. “Ella sufre estoicamente la agresión y nunca cesó al punto que la llevó a pedir ayuda a través de estas publicaciones mediante Facebook e Instagram, ella nos alerta no presentándose directamente en la justicia sino que los organismos que estamos predispuestos a la tutela y protección de las víctimas advertimos de la situación de extrema gravedad porque se dan varios condicionantes”. 

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Al ser ubicada nuevamente se pudieron interiorizar de mayores detalles como la dependencia económica que la condicionaba enormemente. “Cuando la contactamos ella acudió inmediatamente a la fiscalía y se verificó su situación. El agresor al desarrollar este tipo de actividades que, lo pone a él mismo como un arma, nos ponía en la obligación de actuar inmediatamente”, detalló la fiscal. 

Si bien ya existe un registro fotográfico de las agresiones que sufrió, más el material que ella misma hizo público, les permitió avanzar con varios testimoniales. Mientras distintos organismos la están ayudando tanto emocionalmente como arbitrando los medios para que el estado le pueda otorgar asistencia hasta tanto pueda estabilizarse, se pidió el mantenimiento de la detención del acusado, algo que fue concedido.