Triste pero real. La campaña de vacunación antigripal destinada a zonas rurales por segundo año consecutivo no se hizo, a pesar de que se contaba con las dosis. A días que venzan las vacunas de esta temporada, según El Tribuno, desde el organismo ya se activaron las gestiones para que, al igual que con las del año pasado, las vacunas sean descartadas.
Las vacunaciones antigripales para afiliados del PAMI se hacen por dos vías. Para las ciudades más grandes se hacen a través de las farmacias y sus respectivas enfermerías. Mientras que en las zonas rurales se accede mediante las campañas de vacunación con operativos en terreno.
El PAMI tiene alrededor de 113 mil afiliados en la provincia. Cada año se destinan dosis a las oficinas centrales para los operativos de las zonas rurales y para los afiliados con internación domiciliaria. "Se solían enviar alrededor de 20 mil dosis", indicó un empleado.
Sin embargo, tanto el año pasado como este se enviaron muchas menos dosis que, a pesar de esto, no fueron colocadas.
Entre marzo y abril de este año, según fuentes reservadas del organismo, se destruyeron 4 mil dosis de vacunas antigripales, casi la totalidad de lo enviado para la cepa del 2020. Señalaron además que antes de deshecharlas se "donaron" dosis a los municipios de Rosario de Lerma y Salta.
A la par de las antigripales se habrían descartado además 900 primeras dosis de vacunas neumocócica. "Esa es para la neumonía, y en pandemia era aún más importante colocarla, la COVID-19 ataca los pulmones", lamentó otro trabajador del organismo.
Las vacunas antigripales tienen una limitada vida útil: cada año se aplica la que corresponde a la cepa de esa temporada. Caso contrario quedan inutilizables.
Para este año se informó que llegaron alrededor de 3 mil dosis antigripales y ninguna neumocócica. Al igual que en el 2020, tampoco hubo campaña de vacunación y vencen el 1 de septiembre. Si bien no pudieron precisar, el remanente calculan que serían "al menos" entre 1.500 y 2 mil. "Ya se envió el mail a la empresa que trata este tipo de residuos", aseveró una empleada.
"Se comenzó a salir en agosto, cuando los operativos tienen que ser en mayo, junio, durante el otoño, antes del invierno. Una vez que se vacuna a la gente tarda un mes hasta que haga afecto", destacó un trabajador de la obra social, quien aclaró que no se trata de un recorte prestacional. "Para mí es un desmanejo organizativo", lamentó.