Se trata de un oficial, quien regresaba de Orán a Salta, cuando fue retenido en un puesto de control de Gendarmería Nacional en la ruta 34, en la localidad jujeña de Yuto. “Soy colega, déjame pasar”, reclamó para evitar la requisa.
Un joven integrante de la Policía de Salta, con el rango de oficial, fue detenido ayer por personal del Escuadrón San Pedro, de Gendarmería Nacional. Fue durante un control de rutina instalado en la ruta 34, a la altura del kilómetro 1.287, en la localidad jujeña de Yuyo.
Según el informe del procedimiento, el oficial detenido se trataría de Cristián Maximiliano Ponce. El policía llevaba tres “ladrillos” de cocaína debajo del asiento trasero de un automóvil Fiat Cronos, el que arribó al control procedente de la ciudad de Orán.
Según información a la que accedió InformateSalta, a la altura de Río Piedras, y como es rutina, los gendarmes le dieron la voz de alto y le pidieron que baje la ventanilla del rodado, circunstancias en que sostuvo , de manera espontánea, que era integrante de la Policía de Salta, con lo cual creyó que era suficiente para tener el paso libre.
Nada de eso sucedió, pues los uniformados de verde siguieron con la requisa como cualquier otro vehículo. Tras pedirle los papeles del auto, le pidieron al policía que abra el capot del rodado, pues necesitaban verificar el número de serie del automotor.
El policía, por su parte, se mantuvo en la postura de evitar la requisa. Y, para ello, indicó que regresaba de la ciudad de Orán y se dirigía Salta, ya que había sido informado que su madre estaba delicada de salud. Dicho argumento, de nada sirvió, pues los gendarmes se mantuvieron firmes en realizar la requisa.
“Soy colega déjeme pasar”, volvió a insistir el oficial, en un último intento por esquivar el control, persistencia que no hizo más que acrecentar las sospechas de sus camaradas de verde, quien se cansaron de las evasivas del conductor y, sin más vuelta, le pidieron que descienda del auto.
El policía se negó a bajar del auto
El policía, a sabiendas de que ya no tenía escapatoria, se negó a bajar del auto, lo que obligó a los gendarmes a comunicar la situación a la Unidad Fiscal de Jujuy, desde el fiscal de turno le ordenó que tome los recaudos de obtener testigo, y que luego avance con el procedimiento.
Fue así que, de pronto, a la escena se sumó un gendarme guía con “Bailey”, un can antinarcótico, el cual comenzó de inmediato con su tarea, Con las manos en el volante, y con una expresión de terror en su cara, el policía siguió cada movimiento de los gendarmes.
El protagonismo, en cambio, se lo ganó el perro policía, el que husmeó todo el vehículo y finalmente se sentó a la altura de la puerta trasera del rodado, siendo esta una señal de que había encontrado droga en dicho sector del automóvil.
Al abrir la puerta trasera, se confirmó la peor sospecha, pues al meter la mano debajo de los asientos, los gendarmes encontraron los paquetes con la droga, la cual quedó incautada. Asimismo, y del examen del auto, también se secuestró una suma de 1.321.000pesos, mil doscientos veinte pesos bolivianos, otros mil pesos chilenos y 100 dólares.
En cuanto a la droga, se informó que los paquetes eran rectangulares y estaban envueltos con cinta adhesiva. El oficial, en tanto, quedó detenido y a la espera de ser sometido a la respectiva audiencia de imputación, en tanto, se avanza con otro tramo de la investigación dirigido a conocer cómo llegó la droga a Salta.