En el almuerzo con Alberto y otros presidentes, Biden dijo que tiene información clasificada que lo hace temer por una Tercera Guerra Mundial

Política 12/06/2022
biden

Por Santiago Dapelo - La Nación

LOS ANGELES.- Joe Biden tomó la palabra, atrás habían quedado los discursos del resto de los presidentes en el almuerzo que compartieron el viernes. Biden, según trascendió desde la delegación argentina, se mostró muy preocupado por la posibilidad de que se desencadene la Tercera Guerra Mundial. El presidente de Estados Unidos fue directo a la hora de hablar de Rusia y los riesgos de la guerra en Ucrania.

Incluso, según confiaron fuentes oficiales, Biden dijo que contaba con información clasificada que lo hacía tener una mirada escéptica sobre el desenlace de lo que ocurre en Europa. El riesgo de que esto ocurra, según explicó el norteamericano, es muy grande y las consecuencias inimaginables. El silencio en el centro de convenciones fue total.

El cierre de la Cumbre de las Américas sirvió de antesala para lo que ocurrirá a fin de mes en Munich, Alemania, cuando se reúna el G7, donde fue invitado el presidente Alberto Fernández. De hecho, en esta ciudad hubo tres mandatarios que dirán presente en esa cumbre: Biden, Fernández y Justin Trudeau (Canadá).

Biden también reconoció que Estados Unidos no le prestó atención a América Latina en los últimos años. Fue en ese momento que, señalando al Presidente, le concedió la razón sobre uno de los cuestionamientos que había lanzado el mandatario argentino en su discurso. “Es cierto que los cuatro años que me precedieron fueron muy dañinos para América Latina”, fueron las palabras que utilizó Biden, según pudo reconstruir La Nación.

Fue un guiño ante el reclamo que había realizado Fernández un día antes cuando, mirando al presidente estadounidense, sostuvo los años previos a la llegada de Biden al Gobierno “estuvieron signados por una política inmensamente dañina para nuestra región” en una clara referencia a la administración de Donald Trump.

Según explicó, Estados Unidos concentró gran parte de su asistencia en países asiáticos que se vieron “amenazados” por China y a Europa por la “amenaza” rusa, y que descuidó su relación con América Latina. Algo que buscará modificar.

El tema de la guerra fue parte central de la reunión bilateral que el Presidente mantuvo con el primer ministro de Canadá. Al igual que Emmanuel Macron (Francia) y Olaf Scholz (Alemania), el gobierno argentino y Trudeau creen que no se debe acorralar a Rusia.

Además de Biden, entre burratas y pollo –hubo quejas por las bebidas: té helado y agua gasificada–, hablaron Fernández, en nombre de la Celac; Mario Abdo (Paraguay), en representación del Mercosur; Luis Abinader (República Dominicana), en nombre de la Comunidad del Caribe (Caricom), y el chileno Gabriel Boric, entre otros. Sentado al lado de Biden, el ex senador demócrata Christopher Dodd, que estuvo en Buenos Aires hace 10 días, ofició de maestro de ceremonias.

Boric, el último de los invitados en hablar por ser el mandatario más joven, pidió al resto de los líderes no ser “autocomplacientes”. Según explicó, en la Cumbre de las Américas faltó mucho, entre ausencias y cuestiones por corregir.

“El almuerzo era un lugar para construir no para pelear”, resaltaron fuentes cercanas al Presidente.

Si bien fue uno de sus principales reclamos, el Presidente tiene bajas expectativas sobre la posibilidad de que Luis Almagro deje su cargo al frente de la OEA.

Tras el cierre de la cumbre, el Presidente se tomó un par de horas para hablar con su amigo, el músico Gustavo Santaolalla. Fueron a cenar con la primera dama Fabiola Yañez y la esposa del compositor al restaurante Capitol Grill, ubicado a metros del hotel donde durmió el mandatario. 

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