Transparente, pero no tanto

“Salta Transparente” es un sitio cuyo contenido replica en un programa televisivo en uno de los nuevos canales de aire, cuya propiedad sería de la familia del senador nacional Juan Carlos Romero.

Guzmán Coraita ha desplegado tanto desde su sitio web como desde las emisiones televisivas del programa una amplia campaña buscando “desenmascarar” supuestas irregularidades en la administración pública.

Para ello, este joven abogado, devenido en periodista, se vale de recursos propios de esta actividad. Pero ahora ha quedado en claro que Guzmán Coraita en realidad perseguía fines políticos ya que es candidato a diputado provincial por el departamento Capital en segundo término en la lista del partido Propuesta Salteña. La cabeza de lista es Virginia Cornejo, conocida también por la cantidad de denuncias presentadas.

Guzmán Coraita supo ser secretario de dicha legisladora provincial antes que su carrera cobrara vuelo propio gracias justamente a las denuncias que le permitieron conseguir cierta relevancia.

La composición de las listas permite revelar ahora que su sitio no era una ONG con fines sociales y en búsqueda de la verdad, sino un apéndice de un partido político y que en definitiva buscaba posicionarse con intereses electorales.

Estaría bueno que la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) obligara a que este tipo de triquiñuelas sean advertidas a la población que ve y cree los contenidos allí expresados como si se tratara de verdaderos programas periodísticos de interés general. Debiera incluirse una advertencia al estilo de “contenido no apto para niñas, niños y adolescentes” que precede a los informativos pero que diga “el contenido de este programa persigue fines electoralistas. Cuidado, quien es abogado y dice ser periodista en realidad quiere ser candidato”.

Esto ocurre porque en esta profesión generosa, la de periodista, cualquiera cree que lo puede hacer, total, nadie pide un carnet habilitante. Es por ello que se ven a profesionales de lo más diversos, que por gusto o fracaso en su actividad originaria, desembarcar en medios de comunicación.

Si se blanquearan, las cosas quedarían en su lugar y las denuncias se tomarían como verdaderamente son.

Y estaría bueno, ya que hablamos de conductas éticas, que Guzmán Coraita disponga un impasse en sus publicaciones y en sus programas televisivos para ser verdaderamente transparente y ético como pregona. De otra forma, sus palabras son sólo formas huecas con las que busca engañar al ciudadano incauto.
 

Por: JUT

Fuente: Columna de opinión