Con la vigencia de la nueva normativa del DNU en cuanto a alquileres, se destaca una flexibilidad en los contratos, los cuales no afectan a los existentes que se continuarán ajustan al ICL (Índice de Contratos Locativos) hasta su vencimiento dependiendo la fecha.
Para esto hay que tener en claro que existen 3 tipos de contratos con 3 tipos de normativas, explicó Pablo Castañeda de RE/MAX.
Por una parte, los celebrados con la reforma antes que culmine la gestión anterior del gobierno nacional tendrían un ajuste inferior en cuanto al ajuste récord y aquellos que acuerdos que surgieron a partir del DNU del presidente Milei que en su mayoría se están realizando en dólares, a estos últimos se le aplicará el índice Casa Propia, comentaba a InformateSalta.
El tercer tipo de contrato que son aquellos pactos que se efectuaron con la ley del 2020, se van a ajustar conforme el ICL (Índice de Contratos Locativos) que es el más alto de todos, los cuales afrontarán un 137,5% e inclusive más.
Incertidumbre
Desde la inmobiliaria, reciben consultas tanto de propietarios como inquilinos: “no saben que es mejor”, ya que la nueva modalidad del cobro en otra moneda les genera incertidumbre.
Los contratos habitacionales generalmente se hicieron en pesos y con índice de ajuste, por lo que la falta de costumbre genera desacierto preguntándose si es mejor un contrato con índice de ajuste establecido por la ley o si es mejor en dólares: “a veces el dólar queda planchado y entienden que por ahí los ajustes acompañan más al movimiento de la inflación, la cotización del dólar no se mueve tanto en términos de inflación”.
Por lo que el inquilino ve como conveniente son los contratos cortos en dólares, pagar en billete y no tanto un índice de actualización por la proyección de una inflación alta.
“El mercado va a ir a dolarizarse en la mayoría de las unidades”.
Oferta y demanda
Sobre la demanda, Castañeda expresó que va sostenerse en el tiempo porque no se relaciona con la cuestión de precios sino con la necesidad habitacional de la población.
Hoy en día, acceder a una vivienda se ha vuelto engorroso para los salteños, además de la baja posibilidad de ahorro: “la demanda va a estar sostenida y a medida en que vaya aumentando la población va a seguir aumentando también proporcionalmente”.
En caso de oferta, la misma fue creciendo de a poco a partir de las medidas del DNU, el cual ofrece un régimen de libre acuerdo y sin topes fijos.
Aclaró también que en caso de caer el DNU o que se impugne, los contratos que se celebraron durante su vigencia quedaran firmes, ya que el rechazo no puede tener efecto retroactivo.
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