Una pareja salteña vio su sueño de ser padres perdido tras varios intentos, ya desilusionados vieron una luz de esperanza en una amiga, quien voluntariamente se ofreció para gestar en su vientre los embriones de sus amigos.
Una vez que manifestó la mujer su bondadoso acto, se presentaron ante la Justicia salteña, donde expresaron mediante audiencia, su gratitud ante este enorme gesto de amor de su amiga y aclararon que no existía ninguna contraprestación económica de por medio.
Ante el caso presentado, la jueza de Primera Instancia en lo Civil de Personas y Familia de Quinta Nominación, Alejandra Diez Barrantes, aprobó la subrogación de vientre informando que el consentimiento de la gestante es “libremente revocable mientras no se haya producido la concepción en la persona o la implantación del embrión”.
También en caso de tener éxito, las partes deberán informar al menor sobre el origen de la gestación cuando tenga madurez y edad suficiente para entenderlo, informó la web quepasasalta.
Una lucha de años
La pareja durante mucho tiempo intentó concebir al primer hijo del matrimonio, lo cual se volvía cada vez más complicado y doloroso.
La mujer tenía ovarios poliquísticos y útero miomatoso, lo cual dificultaba la posibilidad de embarazo. Tras tratamientos in vitro, lograron generar cinco embriones, pero luego del segundo tratamiento todo se desmoronó. Al sufrir una pérdida tuvieron que realizarle una histerectomía (extirpación del útero).
Sin esperanzas estaba el matrimonio, hasta que una amiga, quien siguió su lucha por ser padres, motivada por el amor se ofreció para la subrogación de vientre.