La reducción de impuestos implementada por el Gobierno generó un reacomodamiento de precios en el mercado automotor argentino.
Muchos modelos, que en enero superaban los $42 millones, experimentaron bajas de entre el 10% y el 18%. En el segmento premium, las rebajas alcanzan los u$s40.000 o u$s50.000 en algunos casos.
Sin embargo, esta baja generalizada presenta algunas particularidades ya que algunos modelos no se están vendiendo al precio prometido, otros tienen descuentos pero no hay stock disponible, y algunos concesionarios están aplicando las rebajas gracias a acuerdos con importadores o fabricantes.
Un ejemplo es el caso de los eléctricos, cuyo precio se redujo a unos u$s25.000 debido a la eliminación del arancel externo de importación para autos "ecológicos". A pesar de esta significativa baja, algunas concesionarias no están vendiendo este modelo al precio anunciado, sino a un valor superior, debido a que adquirieron las unidades a un precio más alto antes de la reducción impositiva.
Esta situación se debe a la abrupta baja de impuestos, que incluye la eliminación del Impuesto PAIS a las importaciones, la baja del impuesto al "lujo" y la eliminación del arancel de importación extrazona, por lo que generó pérdidas para las concesionarias que compraron unidades con una carga impositiva mayor.
El precio de venta de los autos responde a la oferta y la demanda. Las concesionarias pueden respetar o no el precio sugerido por el importador o fabricante. En este contexto, algunas agencias están tratando de reducir sus pérdidas vendiendo sus unidades a un precio superior al anunciado.
Se espera que esta situación se normalice hacia mitad de año, con la llegada de nuevas unidades importadas con la nueva estructura impositiva. La mayor oferta y competencia deberían transparentar los precios y evitar sobreprecios.
Otra particularidad es la falta de stock de algunos modelos que bajaron de precio, como algunos modelos de Peugeot. La marca anunció la baja de precios, pero los vehículos no están disponibles en las concesionarias, lo que hace que la reducción sea "virtual" por el momento.
Por último, algunas marcas como Toyota, Ford o Volkswagen están compensando a las concesionarias por la diferencia de precio entre el stock adquirido antes de la baja impositiva y los nuevos precios sugeridos. Esto permite a las agencias trasladar la rebaja impositiva al público sin tener pérdidas financieras.
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