



Dicen que el martes 13 no es buen día para casarse ni embarcarse… pero Cecilia Céspedes y Germán Lobo desafiaron supersticiones y le dieron una lección al calendario: cuando hay amor, no hay fecha que valga.
Esta mañana, en el Registro Civil, de calle Brown 160, sorprendieron a todos con una sonrisa cómplice y una emoción que se podía tocar en el aire. Sellaron su unión convivencial, un paso lleno de ternura y compromiso que decidieron dar sin pompas, pero con el corazón lleno.

Lo más hermoso: su pequeño hijo, fruto de este amor que crece cada día, estuvo presente como testigo de lujo.
La imagen lo dice todo: miradas enamoradas, manos que se entrelazan, y una firma que sella no solo un papel, sino un proyecto de vida compartido.
En tiempos donde el amor se vive a las corridas, Germán y Cecilia decidieron frenar el mundo un instante para decirse que sí a su manera. Y demostraron que, incluso un martes 13, puede ser el día más feliz del mundo.








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