



El fiscal penal de Rosario de Lerma, Daniel Alejandro Escalante, abrió decreto de Imputación para dos hombres de 34 y 39 años, acusados como coautores del delito de lesiones graves agravadas por el concurso premeditado de dos personas, tras un violento ataque ocurrido el pasado 9 de julio en esa localidad.
La investigación de la justicia se originó a partir de las denuncias realizadas por una mujer y su pareja quienes señalaron a los acusados como responsables de agredirlos en la calle.
La causa indica que ambos se encontraban frente al domicilio del damnificado cuando fueron sorprendidos por la expareja de la mujer. El acusado atacó por la espalda al hombre, derribándolo de su motocicleta y golpeándolo violentamente mientras yacía en el suelo. Segundos después, se presentó un segundo individuo, quien sujetó del cuello a la mujer y la arrojó contra el pavimento, para luego sumarse a la agresión contra el damnificado. Ambos denunciantes manifestaron que, durante el ataque, el principal acusado habría utilizado una manopla, lo que provocó una herida cortante en el cráneo del hombre con abundante sangrado, hecho que fue posteriormente certificado por los
informes médicos.
Ambos agresores huyeron del lugar tras proferir amenazas de muerte. Los damnificados fueron asistidos por la policía y trasladados al Hospital San Bernardo, donde el hombre fue atendido por las lesiones recibidas.
Con el avance de la investigación, desde la Fiscalía se solicitó la orden de allanamiento, secuestro y detención para tres domicilios vinculados a los investigados. La medida fue autorizada por el Juzgado de Garantías en turno y ejecutada el pasado 29 de julio, con resultados positivos. En los procedimientos se logró la detención de ambos acusados, así como el secuestro de las vestimentas utilizadas durante el hecho y sus teléfonos celulares, los cuales serán peritados.
Los antecedentes de hostigamiento previos al hecho, así como el historial de conflictos entre los involucrados, forman parte del análisis que lleva adelante la Fiscalía. La denunciante ya había radicado una denuncia anterior contra su expareja y afirmó haber recibido mensajes intimidatorios en los días previos al ataque.














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