"¡Abre la maldita puerta, por el amor de Dios!"
Según el audio de la caja negra, en los 20 minutos iniciales, comandante y copiloto hacen comentarios banales. El primero luego pide preparar el aterrizaje en Düsseldorf.
Internacionales29/03/2015"¡Abre la maldita puerta!", gritó el comandante del avión de Germanwings a su copiloto que llevaba el avión contra la montaña suscitando los gritos de pánico de los pasajeros pocos minutos antes de estrellarse.
Estas informaciones, procedentes de la caja negra que registraba el sonido ambiente de la cabina, han sido reveladas por la edición dominical del diario alemán Bild.
El fiscal de la República de Marsella (sureste de Francia) explicó el jueves que esta grabación puso de manifiesto que el copiloto trancó la puerta de la cabina cuando el comandante se fue al baño, poco antes de estrellar el avión.Pero no detalló los intercambios que protagonizaron los dos hombres.
Según Bild, durante los 20 primeros minutos del vuelo, el comandante Patrick S. y su copiloto Andreas Lubitz hicieron comentarios banales.
Explica por ejemplo a su copiloto que no ha tenido tiempo de ir al baño antes de despegar en Barcelona.
A las 10.27, el piloto pide a Lubitz que prepare el aterrizaje en Düsseldorf. Este último dice "espero", "vamos a ver".
El piloto sale para ir un momento al baño y el avión empieza a descender.
Poco después, se oye un "ruido fuerte" como si alguien tratara de entrar en la cabina, escribe Bild. Después la voz del piloto que dice: "¡por el amor de Dios, abre la puerta!".
De fondo, los pasajeros empiezan a gritar, dice el diario.
El comandante trata de abrir la puerta con ayuda de un hacha y después grita: "¡Abre esta maldita puerta!".
Hacia las 10.40, el Airbus toca la montaña, se oyen los gritos desesperados de los pasajeros. Son los últimos ruidos de la grabación, escribe Bild. Inmediatamente después, el aparato se estrella a 700 km/hora y se desintegra con sus 150 ocupantes en los Alpes franceses.
Problemas mentales
El sábado, el tabloide alemán publicó una entrevista de una azafata que había tenido una relación amorosa con Lubitz, y que refuerza la pista que apunta a que el copiloto sufría problemas mentales.
La joven asegura que cuando oyó hablar de la tragedia, le vino a la memoria una frase del piloto: "Un día voy a hacer algo que va a cambiar todo el sistema, y todo el mundo conocerá mi nombre y lo recordará".
Si Lubitz "ha hecho esto", "es porque comprendió que debido a sus problemas de salud, su gran sueño de trabajar en Lufthansa, como comandante y como piloto de largo radio, era prácticamente imposible", añade en la entrevista.
Otro diario alemán, el Welt am Sonntag, asegura que los investigadores descubrieron en el domicilio de Lubitz "numerosos medicamentos" para "enfermedades psíquicas". El joven, "gravemente depresivo", habría padecido un "síndrome por el estrés" y lo habrían atendido "varios neurólogos y psiquiatras".
La fiscalía de Düsseldorf informó el viernes que se habían encontrado rotas bajas médicas en la casa del joven piloto. Sin embargo, no se ha encontrado ninguna carta de adiós que explique lo que pensaba hacer.
Según Bild y el The New York Times, el joven tenía serios problemas oculares que podrían haberle impedido volar.
Fuente: Infobae.com