Un argentino de Greenpeace entre los que dañaron Nasca

A personas pertenecientes a la organización recaudatoria Greenpeace se le ocurrió decorar una zona protegida por donde se supone que nadie debería siquiera transitar. Daños irreparables.

Internacionales 11/12/2014

AP Images lo reportó en Facebook de la manera más sencilla posible: activistas de Greenpeace de Brasil, Argentina, Chile, España, Alemania, Italia y Austria dejaron un mensaje junto al colibrí en las líneas de Nasca.

El cabecilla de la incursión: el argentino Mauro Fernández. Foto: AP

Claro, la Asociación María Reiche, que busca proteger, cuidar y preservar este patrimonio, respondió (en inglés) lo siguiente:

Las líneas de Nasca están en una zona restringida donde uno no puede entrar, pero por una razón. La figura del Colibrí está a 1 km de la carretera más cercana conjuntamente con otras mil líneas entrecruzadas hasta llegar a esa área. ¿Pueden asegurar que no ocurrió ningún daño, considerando que llegaron a este lugar cuando todavía estaba oscuro? El desierto de Nasca tiene una docena de figuras pero miles de líneas aún más impresionantes.

Efectivamente, se metieron de noche.



No queda duda que ocurrió de noche. ¿Cómo transitaron por allí? Irresponsablemente, claro.

Incluso olvidándonos por un momento que toda esa zona es restringida, estas fotografías no dejan lugar a dudas de que no existió ni la más mínima precaución.:

Únicamente iluminados por la linterna del casco. Foto: Asociación María Reiche
¿Qué respondió Greenpeace?

Les aseguramos que absolutamente NINGÚN daño se llevó acabo. El mensaje fue escrito con letras de tela puestas en el suelo sin tocar las líneas de Nasca. Fue supervisado por un arqueólogo experimentado, asegurándose que ningún rastro quedara.



Lamentablemente no fue así. Esta foto tomada ayer a las 17:05 por el Capitán Juan Carlos Ruíz y compartida por la Asociación María Reiche muestra los daños que han dejado las huellas de tus activistas.

Se nota el rastro de Greenpeace
Además, esta toma registrada este año y que aparece en Google Maps muestra que no había ningún marca de nada en esta zona protegida.

Precisamente, el geólogo Patricio Valderrama explica cuáles son las medidas de precaución que, evidentemente, los de Greenpeace ni consideraron:

Yo tuve la oportunidad de trabajar sobre las Líneas de Nazca en el 2009 y soy testigo presencial de lo frágiles que son, el solo hecho de caminar sobre ellas es hacerles daño, ya que las huellas de las pisadas NO SE BORRAN! quedan ahí permanentemente!. De hecho, cuando caminé cerca de las lineas (nunca sobre ellas) tuve que usar una protector especial para que mis propias huellas no sean marcadas en el terreno, lo cual sumado a los así 46 grados de calor, que les digo, fue una experiencia única.
 

Fuente: Portal de Internet

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