El hecho ocurrió en julio de 2019 en barrio Gustavo Leguizamón de la ciudad de Salta, cuando la madre de Lidia Quispe de 36 años la encontró en estado de intoxicación en el interior de su vivienda junto a su hijo de 11 años.
Al llegar el personal policial, madre e hijo estaban ya en el exterior de la casa con signos de intoxicación, por lo que fueron asistidos en el lugar y se determinó que se encontraban estables.
Se pudo conocer que la mujer había dejado las hornallas de la cocina abiertas y había cerrado la vivienda con la intención de terminar con su vida y la de su hijo y que anticipó su decisión a su expareja por mensaje de Whatsapp.
La jueza Gabriela Romero Nayar, luego de recibir la confesión de la acusada, le impuso una pena de 10 años de prisión de cumplimiento efectivo, se recomendó que realice tratamiento psiquiátrico y en el mismo fallo, se dispuso que sea registrada en el Banco de Datos Genéticos.