Jaime fue procesado por enriquecimiento ilícito

El juez Casanello, a cargo del caso desde octubre de 2012, dictó el procesamiento del ex secretario de Transporte del kirchnerismo.

Justicia11/04/2014

El juez Federal Sebastián Casanello dictó el procesamiento por el delito de enriquecimiento ilícito para el ex secretario de Transporte del kirchnerismo Ricardo Jaime. La misma decisión tomó sobre un grupo de familiares y conocidos considerados por la Justicia como sus testaferros. Ni el ex funcionario ni sus testaferros pudieron justificar los bienes que adquirieron mientras el funcionario repartía discrecionalmente millones en subsidios y decidía qué empresas se beneficiaban con suculentos contratos de obra ferroviaria.

Durante los primeros seis años de la década de gobierno kirchnerista, Jaime fue el amo y señor del transporte en la Argentina. Cuando llegó, en 2003, se las ingenió para administrar dineros estatales y generar beneficios para sí mismo y para la estructura política a la que aún responde.

La sospecha del fiscal Carlos Rívolo, quien impulsó la investigación, es que el dinero que hizo que Jaime viviera como un empresario y no como un funcionario provenía de gratificaciones recibidas de parte de los hombres de negocios que contaban con su complicidad para hacer que los controles sobre las concesiones fueran laxos. Por esa situación, Jaime está sentado junto a otros ex funcionarios kirchneristas y a los dueños de la empresa Trenes de Buenos Aires en el banquillo de los acusados en el juicio por la tragedia de Once.

Jaime, la cara más visible de la corrupción de la era kirchnerista, tiene una condena por robarse pruebas en la causa por enriquecimiento que podían comprometer a otros integrantes del Gobierno en sus negocios turbios. Además, debe ir a juicio oral y público porque desde TBA (concesionaria del Sarmiento y del Mitre) le pagaban viajes en taxis aéreos para que descasara en los fines de semana largos. Y también porque el dueño de la Terminal de Ómnibus, una concesión que Jaime debía controlar, le pagaba el alquiler de su departamento.

El fiscal Rívolo hizo un pedido para que tanto el ex funcionario como sus testaferros justificaran unos 12 millones de pesos en bienes. No lo lograron. Un peritaje, además, corroboró que Jaime se "enriqueció de manera injustificable". A partir del resultado de ese estudio, que había sido ordenado por el anterior juez a cargo del caso (Norberto Oyarbide), Casanello llamó a indagatoria a Jaime y sus familiares y comenzó a delinear el procesamiento.

La lista de procesados es larga porque, para el juez, Jaime utilizó varios testaferros para esconder sus bienes. Entre ellos, están su ex mujer Silvia Reyss; las dos hijas de ella, Agostina y Lorena Jayo; uno de los hermanos del ex funcionario, Daniel Jaime, quien hizo negocios de obra pública ferroviaria. Sus tres hijas, Gimena, Romina y Julieta, fueron consideradas encubridoras de los negocios de su padre y quedaron fuera del procesamiento.

La compra de casas, autos, un spa, un hotel, el pago de pasajes, los gastos del avión de 4 millones de dólares que Jaime usaba como propio, fueron algunas de las erogaciones del círculo familiar que el ex funcionario kirchnerista no pudo justificar. Por supuesto, Casanello también procesó a Manuel Vázquez, testaferro y hacedor de negocios turbios para Jaime. Y al hijo, Julián Vázquez.

Fuente: Infobae.com

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