Lautaro Teruel, se sentará en el banquillo de los acusados, a poco más de dos años de ser denunciado por abuso sexual, desde la próxima semana. Llega acusado en una primera causa de abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño en la salud de la víctima en concurso ideal con exhibiciones obscenas agravadas continuadas en concurso ideal con corrupción doblemente agravada por tratarse de una menor de 13 años y por mediar engaño.
En la segunda causa, Teruel fue imputado por abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas en coautoría con Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán.
Está previsto que la audiencia de debate se desarrolle a partir de este lunes 27 de septiembre y se extienda hasta al 15 de octubre. La primera jornada iniciará a las 9, en el Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial.
En la primera causa y tomando en cuenta la existencia de elementos probatorios obtenidos de la investigación a través de pericias psicológicas y psiquiátricas, declaraciones testimoniales, exámenes médicos, análisis telefónicos e informes de inspección ocular, pudo establecerse que Teruel habría cometido diversos hechos de abuso sexual en perjuicio de una niña, cuando ésta tenía 10 años y en más de una oportunidad, aprovechando que la víctima frecuentaba su casa para jugar con un familiar.
En la segunda causa, el fiscal penal Federico Obeid atribuyó la calidad de coautores a Marco Lautaro Teruel, Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas.
La imputación se originó en la denuncia de una mujer que relató que durante el verano de 2014, cuando tenía 19 años, fue abusada sexualmente por Marcos Lautaro Teruel, en el domicilio del acusado.
En tanto, Rodríguez y Farfán habrían participado, según la valoración a la que arribó Obeid, después de analizar numerosos elementos incorporados a la investigación a través de las declaraciones testimoniales, inspecciones oculares, pericias psicológicas, exámenes médicos e inspecciones en teléfonos computadoras y redes sociales de la víctima y los imputados.