En su segunda temporada en el Regional Amateur, el equipo de Juventud Antoniana está cerca de concretar el sueño del ascenso y volver a la esfera del fútbol profesional. Con el lastre del descenso, su incursión en la primera y fallida temporada en el Regional, cambios instituciones y una profunda crisis económica que se agudizó con la pandemia.
En medio también tuvo que adaptarse al cambio de entrenador por la salida del “Beto” Boggio y la llegada de Martín Martos, que tuvo pocos días de entrenamiento para poner el equipo en cancha.
El domingo, la revancha el Santo, tendrá la presión y obligación de mostrar su mejor versión y redimirse ante su gente, con un rival histórico como Talleres de Perico. Ambos llegan con un buen rendimiento en el torneo.
El Santo que tuvo una excelente campaña, clasificando primero en su zona con puntaje ideal. En play-offs empató cinco partidos de visitante y ganó de local haciendo una verdadera fortaleza el Martearena.
El camino no fue fácil y el equipo tuvo que pasar buenas y malas. Tras una primera fase sin muchos sobresaltos, los cuartos de final se fueron complicados a pesar de que de local fue contundente y letal. En semifinal, contra, Bella Vista consiguió un triunfo y el empate en la revancha lo metió en la final. Triunfo que fortaleció al plantel.
El Santo hizo todo para llegar a este momento, la esperada final. A noventa minutos de buscar el boleto que lo deposite en la pelea por el ascenso y su regreso a la tercera categoría del fútbol argentino
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