La semana pasada se aprobó en Salta la Ley de Pirotecnia Cero en Salta, lo que causó alegría en muchos sectores de la sociedad, mientras que, en otros, preocupación. Este es el caso de algunos comerciantes y vendedores de pirotecnia, que, según informaron, son cerca de 300 familias que dependen de esta actividad.
Virginia Franco, trabajadora del rubro, dijo que hay incertidumbre sobre lo que pueda pasar. “Solo queda esperar. Fue un momento difícil y triste a la vez”, dijo tras la aprobación de la ley.
Cabe recordar que la ley prohíbe el uso, tenencia y comercialización de productos ruidosos, como bombas de estruendo, rompeportones y petardos, permitiendo sí fuegos artificiales lumínicos. Lo que sucede y manifiestan desde el sector, es que los que provocan explosiones son los de mayor demanda, y en muchos casos, son más accesibles que los que solo producen luces.
Por El Tribuno, Virginia destacó que cada local de venta de pirotecnia es la fuente laboral de varias personas, que en muchos casos son jóvenes, y mencionó que en el país más de 60000 familias viven del rubro.
“La prohibición no era la solución. Se pueden lograr cambios, en eso estamos de acuerdo y, sobre todo, generar conciencia”, afirmó y señaló que, en los últimos años, hubo un trabajo para lograr consenso con las familias de los niños con TEA y con las organizaciones proteccionistas.
Recordó también que los comerciantes del rubro trabajan con habilitaciones y que es una actividad controlada. Referentes de la Cámara Argentina de Empresa de Fuegos Artificiales tienen previsto reunirse mañana para analizar la situación y prefirieron no hablar del tema hasta entonces.
Te puede interesar
Lo más visto
