


"El vuelo del pichón", el Chañi Grande tiene nueva ruta y un salteño fue protagonista
Sociedad10/06/2025
Tres escaladores: Ulises Kusnezov, Emilio Arcienaga y Bernardo Baena lograron abrir una nueva ruta en la cara sur del Chañi Grande, un pico de 5.896 metros en los Andes de Jujuy. Se trata de "El vuelo del pichón" (250 m, WI4, 70º), un trazado que rinde homenaje a Raúl “Pichón” González y al escalador Pepe de la Cuesta, fallecido en un accidente de parapente.
El equipo está formado por tres guías de montaña con experiencia en distintos puntos de los Andes. Kusnezov, oriundo de Tucumán, fue el argentino más joven en subir un ochomil (el Manaslu) y tiene en su haber las 10 cumbres más altas de América y los 10 volcanes más altos del mundo. Arcienaga, salteño, ha escalado en la Patagonia, Torres del Paine y Perú. Baena, nacido en Venezuela pero radicado en Mendoza, es referente del Aconcagua y especialista en roca y hielo.
“Es increíble que en 2025 recién se haga algo innovador en esta pared”
La cara sur de esta montaña solo tenía dos rutas, abiertas en los años ’80, y desde entonces no se había sumado ninguna más. La vertiente permanece oculta y es de difícil acceso, lo que la mantiene relativamente inexplorada. “Es increíble que en 2025 recién se haga algo innovador en esta pared”, destacó el tucumano en diálogo con eldesnivel.com.
La aproximación fue compleja y requirió planificación logística. Tras un intento fallido por mal de altura, lograron volver con menor peso. Llegaron en 4x4 hasta el refugio Flor de Pupusa (4.000 m), hicieron campamentos a 5.000 y 5.400 m, cruzaron un collado y bajaron con equipo mínimo a la base de la pared. “Lo que más nos motiva es lo remota e incógnita que es esta pared. En los Alpes tendría cientos de rutas, y aquí está todo por hacer”, contaron.
"Poder hacer esto en el norte argentino, en los Andes, nos da una alegría especial”
La línea elegida fue una cascada de hielo en buen estado, llevaron 14 tornillos de hielo y un juego de friends. El ascenso comenzó con una rampa de nieve, cinco largos de hielo, resaltes de mixto y escalada en roca sencilla hasta la cumbre, tras nueve horas de esfuerzo. Regresaron al campamento tras una hora más de descenso.
“Nos queda la felicidad de concretar un sueño y muchas ganas de volver. Poder hacer esto en el norte argentino, en los Andes, nos da una alegría especial”, resumieron.









