



La muerte del experto en explosivos y desminado oriundo de Zimbabue, despertó nuevamente alerta sobre la presencia de booster enterrados por YPF hace 50 años cuando exploraba yacimientos de petróleo y gas a más de tres kilómetros de profundidad en el norte argentino.
Quien investiga la presencia de estos explosivos abandonados por YPF en el norte provincial es la periodista de Página 12, Ana Brizuela, quien sostiene que los mismos fueron ubicados siguiendo picadas que eran líneas de prospección sísmica 2D realizadas entre 1978 y 1985.
En diálogo con FM Aries comentó que su investigación inició con los incendios forestales de 2022, cuando brigadistas escuchaban detonaciones en zona de Valle Morado: “Los bomberos luchaban contra el fuego en un lugar sembrado por explosivos y nadie les había informado”.
Dijo que Jorge Arce, en ese entonces, subsecretario de Defensa Civil, confirmó la existencia de “cargas sísmicas” y la participación de técnicos de YPF.
La situación preocupó más al encontrar explosivos en ámbitos escolares: “En la cocina de un jardín de infantes encontraron 15 boosters enterrados en el piso de tierra. Los hicieron detonar en el lugar, con los chicos ahí, que se asustaron”.
Recordó la reciente muerte del operario, personas mutiladas y hasta la pérdida de una mano por parte de un gendarme, consecuencias de la presencia de explosivos.
Según datos oficiales, se estima que en la región quedarían al menos ocho millones de booster colocados durante las exploraciones petroleras del 70 y 80.
Mencionó que debe haber una respuesta estatal, si bien estos explosivos no están dentro de armas de guerra, las víctimas son civiles: “Hay funcionarios y exempleados de YPF que saben perfectamente lo que pasa y se hacen los giles, tirando todo bajo la alfombra” finalizó.












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