



Aunque no vamos a dar a conocer su nombre por pedido judicial, el acusado se desempeñaba como gerente de una empresa según pudo saber InformateSalta. Su defensa pidió que se le otorgue el arresto domiciliario, pero el planteo fue rechazado.
De los tres clientes detenidos, la situación de este empresario está bastante comprometida. Las evidencias ya reunidas antes de ser detenido, como las que surgieron posteriormente, lo sindican con un rol mucho más activo que el de un cliente.
El hombre, de mediana edad, fue detenido en la mañana del 11 de septiembre pasado en una torre de departamentos del macrocentro, en la zona oeste de la ciudad, en donde los investigadores de la Policía de Seguridad Aeroportuaria hallaron importantes evidencias que lo vinculan con el delito de trata sexual.
Tras ser imputado, pidió declarar y en todo momento afirmó no tener nada que ver con la red de trata, aunque existe fuertes evidencias de su relación con el remisero que coordinaba los encuentros sexuales de las menores del colegio con distintos clientes.
También intentó desconocer que las jovencitas eran menores, como así también que buscaba niñas vírgenes. Su defensa, en tanto, hizo todo lo posible para que no quedara preso, incluso ofreció como fianza un inmueble, pero dado el riesgo de que pudiera entorpecer la investigación al influir sobre otras víctimas o testigos, la fiscalía federal solicitó que permanezca con prisión preventiva.
Comprometido
La medida fue dispuesta así por el juez federal Julio Bavio, quien la semana pasada volvió a rechazar un nuevo pedido en favor del mismo acusado, quien cambió de abogado en busca de insistir con el beneficio de arresto domiciliario, para lo cual se alegó una supuesta enfermedad crónica y su necesario aporte en la empresa familiar.
Su planteo, sin embargo, no tuvo éxito y el juez no se movió de su decisión de que siga privado de su libertad, ya que no sólo por el riesgo de que entorpezca la investigación, sino por nuevas evidencias que lo involucrarían aún más en la red de trata.
Al respecto, trascendieron detalles que lo vinculan con el supuesto suministro de drogas a las menores, por las cuales pagaba dinero en efectivo para tener encuentros sexuales, los que se concretaban en un domicilio particular.
A propósito, no se descarta que, en los próximos días, el fiscal general Eduardo Villalba, a cargo del caso, amplié la acusación penal en su contra, ya que habría nuevas pruebas que lo ubicarían en un rol más activo al de un simple cliente.


























