Abusador sexual mató a su madre y a su hermano
El agresor estaba alcoholizado. Se secuestró el arma homicida en el inmueble.
Policiales07/10/2017Nuevo diario web/ “Qué haces ahí. Dejá a las chicas tranquilas. Andá a dormir”, fue la frase que desató la locura en un pequeño pueblo denominado La Ensenada. El paraje está ubicado a unos 60 kilómetros al noreste de Gampo Gallo, en el departamento Alberdi.
Norma Gómez era una ama de casa de 62 años. Residía en una precaria vivienda junto a sus hijos, Walter (28 años) y Julio Aranda (23). Tenía la tenencia de dos nietas menores. Se ganaban la vida vendiendo animales porcinos y caprinos.
Eran las tres de la madrugada, cuando Norma escuchó que su hijo Walter llegaba a la casa. El peón rural estaba alcoholizado. Ingresó a la casa y se dirigió hasta la habitación donde descansaban sus sobrinas. “Comenzó a manosearlas”, cuando su madre lo sorprendió. Ofuscada por la situación, la mujer le dijo: “Salí de ahí. Andá a dormir”.
Fue esa orden de su madre la que desató la tragedia. El sujeto se retiró de la habitación y salió al patio. Tomó un palo e ingresó nuevamente a la casa. No medió más palabras con su madre y sin piedad comenzó a atacarla a golpes con el palo. Le produjo graves lesiones en la cabeza, por lo que la mujer falleció en el acto.
“No me golpees…”, fue el pedido de la mujer, quien estaba ensangrentada. Su hijo menor, Julio, se despertó e intentó defenderla, pero lamentablemente corrió la misma suerte. Su hermano, con el mismo palo que había atacado a su madre, le propinó fuertes golpes en la cabeza. Julio, quien se dedicaba a ayudar a su madre en el trabajo del campo, también murió en el acto.
Tras el brutal ataque, Walter se sentó en una silla del comedor a contemplar la escena del crimen.
Los efectivos de la Comisaría 18ª de Campo Gallo se hicieron cargo del procedimiento y los cuerpos fueron trasladados a la morgue.
Fueron atacados en la cama
Norma había trabajado toda la mañana junto a su hijo Julio y estaban cansados. Dormían profundamente cuando llegó Walter.
Norma se despertó por el ataque sexual que estaban sufriendo las menores. No tuvo tiempo ni siquiera de levantarse. Estaba en la cama, cuando Walter se paró delante de ella y comenzó a golpearla en la cabeza con un palo.
Julio, ante los pedidos de auxilio de su madre, se despertó, pero tampoco tuvo tiempo de defenderse, ya que fue apaleado cuando estaba en la cama. Ambas víctimas fueron halladas muertas en sus camas, completamente ensangrentadas.
El médico de Sanidad Policial indicó que presentaban fracturas múltiples en el cráneo y en el rostro, lo que produjo el deceso de las víctimas en el acto.
Una de las niñas caminó 5 km para pedir ayuda
“Ayuda, algo malo pasó en casa. Golpearon a mi abuela y a mi tío”, fue el pedido de auxilio de una menor de 12 años a su vecino.
La nena estaba recostada en su cama cuando comenzó a ser manoseada por su tío. Su abuela la defendió y cuando la mujer era apaleada por el agresor, decidió huir de la vivienda. Caminó aproximadamente 5 kilómetros en la soledad de la noche. Eran cerca de las 3.45 de la mañana.
Llegó a la casa más cercana a su domicilio. En medio de la oscuridad, desesperada y llorando, le contó que su abuela y su tío estaban heridos. Los vecinos alertaron a la Policía de la situación.
El personal de la Comisaría 18ª de Campo Gallo se dirigió al sitio y realizó los trabajos de rigor. Los uniformados secuestraron en el interior del inmueble el arma que había sido empleada por el agresor para atacar y asesinar a las víctimas.
Las menores recibirán contención psicológica, tras el brutal crimen de sus familiares.