Falleció Mirna Antonella Di Marzo, la mujer trans golpeada salvajemente en Güemes

Permanecía en grave estado desde octubre, cuando José Gareca la golpeó violentamente en el momento en que ella se dirigía a buscar su moto a la salida de un boliche en General Güemes.

Policiales27/01/2019
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Fue atacada el 21 de octubre de 2018 al salir de un boliche de esa localidad. Desde entonces estuvo en terapia intensiva en el hospital público Joaquín Castellanos. Su asesino se llama José Gustavo Gareca y ya había asesinado a una mujer.

Mirna Antonella falleció hoy alrededor de las 6 de la mañana. Tenía un cuadro complicado debido a una discapacidad general producto de los golpes recibidos en la madrugada del 21 de octubre del 2018 y desde entonces estuvo en terapia intensiva. Aquella vez fue atacada salvajemente y el hecho había conmocionado a la población en general y al colectivo trans en particular. El atacante fue un hombre que la abordó a la salida del boliche Caribe de la localidad de General Güemes, del que había salido alrededor de las 5 de la mañana. Cuando iba en busca de su motocicleta fue atacada. La encontraron entre las 6 y las 7 de la mañana en la misma cuadra del boliche, desmayada, con golpes en la cabeza y sin su ropa interior.

Hacia fines de ese mes, el fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Rodrigo González Miralpeix, solicitó prisión preventiva para José Gustavo Gareca quien fue imputado por la tentativa de homicidio agravado por mediar violencia de género en perjuicio de Mirna. Entre los fundamentos, González Miralpeix citaba el peligro de que Gareca intentara evadir la aplicación de la ley penal por la gravedad del delito y la posibilidad de la aplicación de una pena privativa de la libertad. Gareca tiene numerosos antecedentes penales e incluso cumplió en abril del 2018 una condena de 17 años y 9 meses de prisión por varios delitos, entre los que se cuenta el de tentativa de homicidio calificado criminis causa: había asesinado a golpes a una vecina.

Volviendo a Mirna, al momento del ataque vivía con su madre, era habitué del boliche Caribe a donde iba siempre con amigas y había retomado los estudios secundarios. Según su hermana Norma, no trabajaba porque “siempre con esas condiciones nunca pueden conseguir trabajo, es muy raro el que le da trabajo”.

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