Choferes en la mira tras la muerte de la mujer que cayó de un colectivo en movimiento

Tras la fatídica muerte de Claudia del Carmen Aguirre, resurgen cuestionamientos en torno al transporte público, la responsabilidad de quienes conducen, la capacidad de personas permitida e incluso la disposición de la máquina que cobra los boletos. 

Fue el pasado lunes 7 de marzo, a bordo de una unidad del corredor 7B. La mujer subió al colectivo, pero por una aparente mala maniobra de la chofer, la pasajera cayó sobre el asfalto sufriendo una pérdida considerable de sangre. 

Esto ocurrió en las intersecciones de Mariano Boedo y San Martín. En la jornada de ayer, Claudia del Carmen ya se encontraba con muerte cerebral y con el correr de las horas se confirmó su fallecimiento. 

A partir del suceso, los familiares de la mujer buscaron testigos que hayan presenciado el momento del accidente. En las redes sociales, abundaron los mensajes de aliento a la familia y apuntaron contra las negligencias en las que incurren algunos choferes.  

Ante la noticia del fallecimiento, los mensajes fueron en aumento. La indignación de los salteños se hizo sentir en las redes sociales, con comentarios entre los que es repetitivo el reclamo sobre los choferes. “He visto choferes del 7 que son un verdadero peligro manejando”, comentó una lectora de InformateSalta. “Es algo normal: ni acabas de subir y ya arrancaron”, añadió otro usuario. 

A los mensajes que cuestionan el proceder de los choferes, se les suma otra crítica contra la disposición de la máquina que cobra los boletos. La misma se encuentra al ingreso de cada unidad, junto a los escalones de la puerta. Sugieren, entre comentarios, que vuelva a ubicarse detrás del asiento del conductor. 

Ya sea por factores humanos, la muerte de Claudia del Carmen Aguirre pone en relieve discusiones en torno al transporte público de pasajeros y su funcionamiento.