El dólar blue quiebra un nuevo récord en el arranque de la semana trepó a $1380 luego de semanas marcadas por el debate de la ley Bases y el paquete fiscal, así como por el pedido de aceleración de la devaluación del dólar oficial a un ritmo mayor al 2% mensual por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El mercado comienza a percibir tensiones en distintos frentes que van desde las presiones cambiarias a las exigencias del FMI, pasando por la imposibilidad de seguir reduciendo gastos en el marco de una actividad económica que no para de caer.
El director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC), Leo Anzalone, explicó a Ámbito que existen factores tanto estacionales como políticos que presionan a todos los tipos de cambio al alza, tanto a los financieros como al dólar blue. Según indica, "la percepción general es que el dólar está barato, que la inflación fue mucho más alta que la tendencia de los tipos de cambio, entonces se percibe barato".
El analista financiero, Christian Buteler, comentó que "la proyección es al alza". Sin embargo, agrega que ponerle un valor es imposible, "pero claramente en esta segunda parte del año el dólar ya empezó a recuperar parte de lo que perdió en los primeros meses".
En línea con otros pronósticos, sostiene que cuando la tendencia será distinta, pues en la primera parte del año la inflación superó con creces el movimiento de los dólares financieros. Pero ahora eso se va a dar vuelta, "va a recortar esa diferencia que se generó al principio", agrega Buteler.
Federico Vaccarezza, Magíster en Relaciones Comerciales Internacionales UNTREF, concluye que la apreciación del tipo de cambio con altas tasas de interés en pesos aplicadas que venimos viendo desde la última devaluación "es una estrategia clásica en Argentina utilizada para atraer capitales externos que busquen obtener buenas ganancias en moneda local", para después pasarlos a dólares y sacarlos de la plaza.
Analiza Vaccarezza que como el mercado, o sea los inversores, bancos y grandes empresas, "aunque tienen simpatía por el discurso del Gobierno, no confían en su capacidad para alcanzar la estabilidad macroeconómica ni en la sustentabilidad política y social en el mediano plazo", no están dispuestos a invertir capitales para cubrir las necesidades de la Gestión Milei. "El riesgo es muy alto. Por lo tanto, el Gobierno depende forzosamente de los dólares de las que generan las grandes empresas exportadoras de granos", indica.