Jóvenes con vocación de mar: Cadetes Johana Miranda de Tucumán y Julieta Guaymás de Salta

Nacional11/10/2024InformateSaltaInformateSalta
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Dos cadetes de cuarto año de la Escuela Naval Militar (ESNM) vivieron su primera navegación a bordo de la corbeta ARA “Robinson” de la Armada Argentina.

Durante una navegación al sur del país, las cadetes de cuarto año de la Escuela Naval Militar (ESNM) Johana Miranda de Tucumán y Julieta Guaymás de Salta, pusieron en práctica sus conocimientos y experimentaron a bordo de la corbeta ARA “Robinson”, su futuro profesional como Oficiales de Marina de la Armada Argentina.

“Es importante adquirir el conocimiento de navegar en el mar en esta oportunidad y a bordo de una corbeta”, introduce Johana de 23 años. “Es una experiencia única; este viaje es una gran oportunidad como cadete cumpliendo funciones como futuro oficial”, completa Julieta de 21 años.

Ambas, hablan con entusiasmo y una sonrisa dibujada en el rostro. Viven por unos días, la experiencia de lo que vivirán como oficiales en un futuro: el trabajo con el personal a bordo, las pruebas y ejercicios que se realizan, los diferentes roles que se cumplen durante una navegación en pos de la misión de custodiar los intereses marítimos de la Nación.

Julieta y Johana ingresaron a la Armada Argentina en 2021, motivadas por diferentes razones. Para Julieta, las publicaciones del ámbito naval llamaron su atención y las noticias propias de la Armada. En el caso de Johana, el contacto con un tío suboficial, quien aún se encuentra en la Fuerza y la llevaba a pasear por la Base Naval de Mar del Plata de niña.


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Conscientes de que el primer paso para comenzar la carrera fue dejar su terruño y afectos, relatan los sentimientos que fueron afianzando la decisión de ser partes de la Armada y el sentido de pertenencia.

“Al principio cuesta la idea de dejar el hogar y la distancia con nuestros seres queridos, pero al tiempo te adaptás y te gusta la independencia”, expresa Johana, quien nació y se crió en San Miguel de Tucumán hasta su ingreso a la Fuerza.

“La familia y los amigos te apoyan y se sienten orgullosos del camino que uno elige, y son ellos los que te dan las pilas para seguir adelante”, enfatiza Julieta y agrega: “Tengo un hermanito de 7 años que ya quiere ser como yo”, se ríe la oriunda de El Maray (Quebrada de Escoipe) en Chicoana, para quien fue difícil al principio, dejar su querido paraje por el mar.

El deporte en la ESNM también afianza el tránsito por su camino naval y es parte de su formación como oficiales. Julieta hace fútbol y Johana judo, pero lo que más anhelan es seguir estudiando con dedicación para egresar como Oficiales de Marina.

Como cadetes de cuarto año, avanzadas en el curso de su carrera, son guía e inspiración para los recién llegados a la escuela e incentivan a los cadetes de los primeros años, a formar parte de los distintos equipos representativos de deportes que hay en la escuela como esgrima, natación, defensa personal y vela.


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“La carrera naval es una carrera llena de adversidades, en las que hay que sortear un montón de situaciones límites que generan adrenalina, como lo es estar en el mar y prever lo que pueda ocurrir”, opina la joven tucumana.

“En navegación cubrimos guardias en el Puente de Comando, hicimos partes meteorológicos, y trazamos derrotas, entre otras tareas”, continúa Johana.

“También aprovechamos el embarco para ir descubriendo en qué orientaciones nos gustaría desempeñarnos”, dice Julieta y Johana asevera: “observamos qué función realiza cada marino dentro del buque y tratamos de hacerlo lo mejor posible”.

De la navegación se llevan lo vivido en alta mar y la inolvidable experiencia que adosan a su carrera de estudio.  El próximo año, las espera el Viaje de Instrucción por puertos extranjeros a bordo de la fragata ARA “Libertad” donde finalizarán su último año como guardiamarinas en comisión y egresarán a fin de año como oficiales de la Armada.

“Aún estamos muy concentradas en las materias por rendir, pero imagino el viaje, las futuras comisiones, los puertos que conoceré, el intercambio naval con otras Armadas del mundo; será así y eso me gusta”, proyecta Johana Miranda y Julieta Guaymás asiente con alegría.


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Presencia permanente en el mar

La corbeta ARA “Robinson” perteneciente a la División de Corbetas de la Armada Argentina, comandada por el Capitán de Fragata Guillermo Donadío, llevó a cabo una patrulla de vigilancia y control de los espacios marítimos y se adiestró en acciones propias de la Fuerza en alta mar.

Bajo el comando operacional del Comando Conjunto Marítimo (COCM),  dependiente del Estado Mayor Conjunto de Las Fuerzas Armadas, la corbeta junto a otros buques de la Armada, fue destacada sobre cinco áreas focales de importancia para ejercer el control y la preservación de los recursos naturales, el monitoreo de las áreas de interés como son las áreas marinas protegidas, y el monitoreo y la identificación de los buques nacionales y extranjeros que desarrollan la actividad pesquera en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y milla 200.  

Aunque la navegación estuvo marcada por condiciones hidrometeorológicas adversas, se efectuaron las acciones de vigilancia y control de los espacios marítimos en el marco del fortalecimiento de los principios estratégicos activos de la Defensa Nacional dentro de la jurisdicción marítima argentina.

La unidad y personal se adiestró también en acciones propias de la Fuerza en alta mar en los roles de abandono, combate, gobierno de estaciones secundarias y control de averías, siniestro a bordo, embarcaciones menores, cubierta de vuelo, lanzamiento y recuperación de aeronaves, entre otros; incrementando los niveles de dificultad en cada ejercicio.

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